Los productores argentinos iniciaron su capacitación para entrar, de la mano de Alemania, en el nuevo mercado mundial de bioenergía.
Biocombustible, bien exportable.
Con la organización de la Cámara Argentino Alemana, se realizó el miércoles 18 de abril, en las instalaciones de la Sociedad Rural de Santa Fe, el Primer Seminario Argentino Alemán sobre Biocombustibles. El evento ocupó toda la jornada y contó con público de diversos sectores de la producción agropecuaria y la presencia de autoridades locales, provinciales y nacionales.
El Seminario, declarado de interés municipal y provincial, tuvo como objetivo, según Nicolás Correnti, representante del Departamento de Medio Ambiente de la Cámara Argentino Alemana “brindar información básica a los productores agropecuarios que tienen que participar mayoritariamente, según la ley nacional n° 26.093, en los proyectos de producción de biocombustibles”. Ya que los alemanes son los principales productores mundiales de biodiesel y poseen la mayor tecnología en desarrollo de plantas, explicó, el seminario busca ser el primer paso para “desarrollar vínculos con Alemania, fomentar la cooperación internacional y transferencia de tecnología, y ver cómo podemos, también, ingresar nuestra producción de biocombustibles a Europa”.
UN MUNDO DE OPORTUNIDADES
La mañana del seminario estuvo signada desde el momento de las presentaciones por los mejores augurios para la región. “Todo esto es para la provincia de Santa Fe la base de un nuevo crecimiento y expansión socio económica. Somos una provincia agro industrial, agro alimenticia y hoy también podemos ya agregarle, agro energética” dijo el ministro de producción de Santa Fe, Roberto Ceretto. Según José Argenti, presidente de la Sociedad Rural de Santa Fe, el desarrollo de la tecnología de producción de biocombustibles “puede llegar a ser un paso trascendental para la historia de nuestro país”. Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Cámara Argentino Alemana, Dr. Klaus-Wilhelm Lege expresó: “somos empresarios y queremos que todos ganen juntos”
Ya inserto en la serie de conferencias, Osvaldo Bakovich, como representante de la Secretaría de Energía de la Nación, fue el encargado de presentar el panorama de oportunidades que abre la promulgación de la ley de promoción de biocombustibles, que obliga para el 2010 que todos los combustibles fósiles de la argentina se mezclen en un 5% con biocombustibles (lo que se denomina B5) y también exige que las empresas que produzcan este porcentaje sean mayoritariamente propiedad de productores agropecuarios. Explicó acabadamente, además, las ventajas impositivas que tendrán las nuevas empresas.
A su vez, el Ing. Agr. Jorge Hilbert, del INTA, y Marcelo Rasseto, del Proyecto de Biodiesel de la Federación Agraria Argentina, presentaron los estudios y ensayos que ambas instituciones vienen desarrollando y que suponen una pronta puesta en funcionamiento de nuevos espacios productivos en nuestro país.
También durante la mañana se desarrollaron las presentaciones de tres experiencias de cooperación entre Alemania y Brasil, en proyectos ligados a la producción de combustibles derivados de aceites vegetales, a cargo de tres invitados brasileros.
NO TODO LO QUE RELUCE ES BIO
“En Argentina existe la tendencia a equiparar todo lo que tiene el prefijo bio con algo sustentable, cosa que no es necesariamente real” Hans-Jürgen Froese, consejero de asuntos agropecuarios y medioambientales de la Embajada Alemana, despertó con una frase inesperada a la audiencia que recién llegaba del descanso post almuerzo.
Luego de aclarar que lejos estaba de presentarse como un opositor a los biocombustibles, el funcionario alemán alertó sobre los posibles efectos perniciosos para el medio ambiente que puede llegar a tener la ampliación de la frontera agrícola que se tendrá que dar en la Argentina para afrontar el mercado del biodiesel y destacó la importancia de desarrollar medios de control para proteger los bosques nativos y evitar que la producción de bioenergía vaya en detrimento de la producción de alimento.
Francisco Ocampo, de la secretaría de ambiente y desarrollo sustentable, alentó a los productores a presentar sus proyectos para ser inscriptos internacionalmente dentro de los mecanismos para el desarrollo limpio (MDL), lo que otorga subsidios llamados “bonos de carbono”, pero a la vez aclaró que hoy la Junta Ejecutiva de MDL no tiene registrados como sistemas de producción aceptables aquellos que serían víables en la Argentina, o sea que todo se reduciría a presentar los proyectos y esperar el milagro.
También Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de productores de Biocombustibles, puso paños fríos a los felices augurios proclamados a la mañana, y exigió “seguridad jurídica y tributaria”, una “regla de precios que genere certidumbre” y “transparencia en la asignación de los cupos fiscales por parte de la Autoridad de Aplicación, a los distintos proyectos que estén en condiciones de calificar”. Sin embargo, y luego de una extensa exposición de valores comparados (propia a su condición de contador público nacional), Molina concluyó alentando a los productores a interesarse en el campo de los biocombustibles ya que la renta calculada para las inversiones en el rubro bioenergético superan aceptablemente la renta actual de la tierra. Pero aclaró que “La clave está en participar en una asociación de muchos productores, la que atomice el riesgo.”
Por Pablo Bonfigli / Juan Ignacio Isern
Fuente: B100. Biocombustibles, Energía & Agronegocios.