El Ingenio La Providencia es el primero en ingresar del sector azucarero en el país y también el primero de la provincia de Tucumán. Estos bonos permiten a las empresas de países desarrollados compensar sus emisiones de dióxido de carbono mediante la compra de reducciones de emisiones logradas por empresas de países en desarrollo.
Buenos Aires, 28 de diciembre de 2009 – Comprometido con su política de cuidado del medioambiente, el Grupo Arcor ha certificado la reducción de más de 100.000 toneladas de dióxido de carbono durante el período 2007-2008 en su ingenio La Providencia en Tucumán, y se transforma así en el primer proyecto argentino en hacerlo en el mercado voluntario VCS (Voluntary Carbon Standard).
El mercado voluntario de emisiones (el VCS) surge ante la preocupación internacional por el problema del cambio climático. Este –que concentra el 50% de las transacciones que se han realizado en 2008 y se está consolidando como el estándar más popular y prestigioso del mercado voluntario- permite a las empresas y gobiernos de estados desarrollados compensar sus emisiones de gas mediante la compra de reducciones de emisiones logradas por proyectos ecoeficientes realizados por empresas de países en desarrollo.
“La aprobación de este proyecto de créditos de carbono, no sólo agrega valor económico a nuestra empresa sino que, principalmente, es de gran relevancia como aporte al compromiso asumido por todo el Grupo Arcor para la mitigación de las causas que provocan el efecto global de cambio climático”, comenta Marcelo Carranza, Gerente Corporativo de Medio Ambiente, Higiene y Protección Industrial del Grupo Arcor.
Cada tonelada de CO2 que se reduce, es un bono que se puede vender en el mercado a países desarrollados. En el caso del ingenio la Providencia han sido adquiridos en su totalidad por una empresa holandesa.
Para alcanzar esta certificación, el proyecto en La Providencia reemplazó el consumo de combustible fósil (gas natural) por biomasa (bagazo) a través de la instalación de una caldera de generación de vapor que utiliza 100% de bagazo como combustible. Así, esta planta tiene el potencial de reducir, como mínimo,
unas 50.000 toneladas de CO2 anuales durante un período de 10 años y con posibilidad de renovación por 10 años más.
“En la actualidad, la obtención de bono de carbono es una practica muy común en empresas de países en desarrollo como la India, Brasil y China, pero es un hito en nuestro país por hacerse dentro del mercado voluntario”, agrega Carranza.
Por su parte, Luis Pagani, Presidente del Grupo Arcor, manifestó que “terminar este año con un logro de estas características, por ser el primer proyecto del sector azucarero en el país y el primero de la provincia de Tucumán, nos provoca una gran satisfacción. Esperemos que en un futuro cercano, esto atraiga el interés de otros actores para desarrollar proyectos que contribuyan a la mitigación del calentamiento global”, finalizó Pagani.