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Comenzaron a ensayar con tártagos para biodiesel

tartagoLa experiencia se hace en Yacuy, lo que favorecerá a la comunidad aborigen. Hay 150 interesados. 

Determinar cuál es la especie de semilla de tártago que mejor se adapta a las condiciones ambientales locales y que pueda obtener los mayores rindes para la producción de aceite de ricino, es el objetivo que persiguen varios grupos de técnicos que en forma simultánea llevan adelante una red de ensayo en Tartagal y las provincias de Misiones, Chaco y Formosa.

Coincidente con el inicio del período de lluvias dio comienzo la siembra a baja escala de distintas especies del tártago, una planta que ha demostrado sus ventajas ecológicas para la obtención del aceite de ricino, indicado como óptimo para la producción de los biodiesel.

En abril del año pasado, el Congreso de la Nación sancionó la ley de biocombustibles que establece que en el 2010 los combustibles fósiles que provienen del gas y petróleo deben estar compuestos en un 5 por ciento de combustibles ecológicos. De ahí se desprende el interés en lograr la producción de este derivado de la semilla de tártago.

Evaluar los genotipos, condiciones de cultivo, fecha de siembra, desbrotado, manejo de plagas y enfermedades y eficientizar el uso de los recursos disponibles son algunos de los temas que se determinarán en esta primera etapa de la red de ensayos que se realiza en la comunidad aborigen Yacuy.

Se trata de 30 hectáreas pertenecientes a la comunidad guaranítica donde las experiencias se llevan adelante utilizando maquinaria, herramientas y mano de obra de la propia comunidad. Los insumos necesarios son aportados por el municipio, que además realiza la capacitación y monitoreo de todo el proyecto.

Yacuy, como muchas comunidades de pequeños labradores, posee grandes extensiones de tierra la mayoría ambientalmente degradadas. «Yacuy tiene 300 hectáreas disponibles, la mitad dedicada a la producción de choclo, zapallo, mandiocas y las 150 restantes notoriamente degradadas. La idea es hacer la experiencia con el tártago en esas tierras marginales, porque sabemos que el tártago es un recuperador natural del suelo», explicó el licenciado Julio Vargas.

Las características

El proyecto cuenta con tres actores: las pequeñas comunidades dedicadas al trabajo de la tierra, un inversor privado que aporta recursos para el pago de los capacitadores y potencial comprador de la semilla de aceite de ricino y el municipio como articulador del proyecto.

La experiencia se inició en el mes de marzo y dentro de un año -en marzo de 2008- se conocerán las potencialidades productivas de la semilla introducida.

Es que por el contexto actual y por la importancia que están adquiriendo los combustibles «verdes», la producción de aceite de tártago para ser utilizada como materia prima resulta más que interesante.

Unos 50 pequeños productores de la zona que se dedican al trabajo en huertas, producción de maíz, maní, mandioca, zapallo, sandías, para el autoconsumo o la venta en baja escala, se han registrado como futuros productores de tártago, con lo cual unas 1.000 hectáreas podrían estar disponibles.

El tártago tiene la ventaja de ser uno de los mejores recuperadores del suelo -a diferencia de la soja- por lo que la alternancia con los cultivos tradicionales dejaría la tierra en mejores condiciones para seguir trabajándola el resto del año.

Otro ventaja del tártago es que su semilla será utilizada únicamente para producir aceite de ricino y destinarlo a fines energéticos (biocombustible) y oleoquímico (en la industria petroquímica).

Fuente: www.eltribunosalta.com.ar

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