La planta de biodiesel de Frìas, del Grupo Lucci
El Grupo Lucci inaugurará la semana próxima su enorme fábrica de biodiesel en Frías.
Uno de los más sólidos conglomerados empresarios de Tucumán que se originó en la construcción y los limones avanza ahora sobre los biocombustibles, pero en Santiago del Estero.
La empresa Viluco, del Grupo Lucci, de Tucumán, inaugurará, la semana próxima, su enorme planta de biodiesel en la ciudad santiagueña de Frías.
La fábrica procesará un millón de toneladas de soja por año, con lo cual espera alcanzar una producción de 200.000 toneladas de biodiésel.
El proyecto, cuya inversión total es de 60 millones de dólares, también incluye en una segunda etapa la elaboración de aceite de soja.
Viluco pertenece al grupo tucumano Lucci, que es uno de los mayores productores de cítricos del país, a través de su controlada Citrusvil.
COMO FUNCIONA LA FÁBRICA
Con una importante inversión de 80 millones de dólares (con IVA), la fábrica iniciará su producción con 100.000 toneladas de biodiesel.
Para ahorrar costos, el plan contempla la instalación de entre cuatro y ocho plantas de acopio de granos en otros lugares, de las cuales la mitad estará instalada en Santiago del Estero y el resto en otras provincias del norte argentino, como Salta y Tucumán.
Utilizará soja de la producción propia de los hermanos Daniel y Pablo Lucci, hijos del recordado Don Vicente Lucci (unas 45.000 toneladas), y otra cantidad similar comprada a distintos productores de Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Chaco.
La fábrica tiene cinco impresionantes plantas receptoras y acondicionadoras de grano y la construcción para procesar aceite y fabricar biodiesel.
El trabajo comienza en la planta de recepción y acondicionamiento del grano, luego pasa a las plantas de preparación de semilla, de extracción de aceite y finalmente de transformación del aceite a biodiesel, con lo que solamente quedará el residuo sólido o pellet.
El Gobierno tucumano se resistió a igualar los beneficios que, como ya publicó CONTEXTO, le otorgó el gobernador santiagueño Gerardo Zamora, lo que permitió crear un espectacular polo de desarrollo en esa zona, con más de 200 empleados solamente en la productora de biodiesel y harinas.
Esta es una extensión de las actividades citrícolas y ganaderas de esta empresa familiar, que maneja también la compañía constructora Viluco.
Hasta fin de año y en los tres primeros meses de 2010 van a cubrir la primera producción con el arranque de la planta y la puesta a punto.
Inicialmente se comenzará con el triturado (“crushing”) con un volumen de 250.000 toneladas, a la que luego se agregará la producción 2010 de soja nueva, que, como es habitual, comenzará a entregarse a partir de abril o mayo del año próximo.
En todo el año próximo, la expectativa de la empresa es procesar 500.000 toneladas de poroto de soja, lo que permitiría obtener unas 100.000 toneladas de biodiesel. El 20% del “crushing” se destinará a la producción del biodiesel, mientras que el 80% restante estará destinado a elaborar harina de soja o proteínas vegetales.
La cantidad de empleo que genera la planta es importante. Son 200 puestos de trabajo permanente y algunos pocos temporarios.
Más importante es que generará una empleabilidad indirecta que se puede estimar en alrededor de 4.000 puestos de trabajo vinculados desde la producción primaria de la soja, la logística asociada, los talleres prestadores de servicio y el ámbito energético, entre otros.
EL GRUPO LUCCI
El Grupo Lucci es la creación de don Vicente Lucci, un recordado empresario que falleció hace pocos meses en Tucumán.
Aunque pocos lo sabían entonces, Lucci y otros pioneros como Citrícola San Miguel y Vicente Trápani difundieron el cultivo de limones y de esa forma sembraron las semillas de lo que sería un importante recurso para la provincia, ante la decadencia iniciada por la industria azucarera a partir de 1970.
Hoy, Tucumán es la mayor productora y una de las mayores inudstrializadoras de derivados de limón en el mundo.
Luego de dedicarse a la producción de limones frescos, Citrusvil agregó el empaque, que obligó a la firma a pensar la alternativa industrial.
Muchos años después llegó lo que en la firma de la empresa se conoce como «la decisión industrial», es decir la decisión de convertirse en procesadores de cítricos. Don Vicente decidió volcarse a la industria en 1989, el año de la hiperinflación y año en que la sequía hizo perder el 50% de la cosecha.
Ni la crisis de ese entonces, ni los cambios de moneda ni de gobierno asustaron a este productor.
Hoy, Citrusvil emplea a 600 personas, tiene el 15% de la producción primaria de limón en el país, el 15% del capital exportador en limones y el 35% de la capacidad del procesamiento de los derivados (jugo concentrado, aceite esencial y cáscara deshidratada), tiene 5000 hectáreas de limón, 1500 hectáreas de frutas dulces y un vivero, con una capacidad de producción de un millón de plantas/año.
Además, tiene explotaciones dedicadas a la agricultura, la ganadería y la nogalicultura.
Fuente: Contexto