No hay plantas de productores habilitadas para la demanda de mezcla obligatoria.
Lejos de los pronósticos que la ubicaban como la segunda provincia en importancia para proveer el volumen necesario de biodiésel a fin de abastecer la demanda del corte local, Córdoba parece estar, por ahora, algo descolgada del negocio.
La Cámara de Biocombustibles local (Cabiocor) admitió que, a poco más de un mes del inicio de la mezcla obligatoria de cinco por ciento para naftas y gasoil, en la provincia no existe ningún emprendimiento de productores autorizado por la Secretaría de Energía.
Por lo tanto, lejos del espíritu de la ley que plasmó en su texto una serie de beneficios para impulsar la integración vertical y favorecer el ingreso de pequeños y medianos productores en el negocio, el arranque será casi patrimonio de las grandes plantas, la mayoría apostada en el polo de procesamiento sojero a orillas del río Paraná.
Causas
¿Qué pasó? No hay una sola razón. Por un lado, la falta de un panorama claro sobre la viabilidad del negocio para el mercado interno conspiró contra las posibilidades de inversión.
No en vano, las primeras en dar el gran salto fueron las grandes compañías procesadoras de soja que aprovecharon la sinergia para instalar plantas en zonas portuarias con la mira puesta en la exportación.
«El malestar por la resolución 125, la crisis económica y financiera internacional que afectó a los mercados de capitales, las propias barreras que trajo consigo la ley 26.093 -que tarde o temprano debe ser modificada- y la histórica resistencia del productor agropecuario a asociarse, más aún cuando el objetivo es enfocarse en la transformación industrial, afectaron la toma de decisiones y por ende, no existieron suficientes propuestas de radicación de fábricas de biodiésel con mayoría de productores agropecuarios», explicó Claudio Molina, de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
Sin precio
Un punto clave es no saber aún hoy cuál será el precio interno del biodiésel. La normativa indica que el Gobierno fijará el valor al que una planta le venderá a un centro de combustibles habilitado para la mezcla. Como no se sabe dónde estará ubicado ese precio, pocos se arriesgan a invertir.
Para este mes, la Secretaría de Energía estableció un valor de 2,4402 pesos para el litro de bioetanol (lo viene haciendo desde diciembre pasado), pero no hay referencias para el biodiésel. Fuentes del sector especulan con la posibilidad de que el valor por tonelada se fije en una banda que va entre 730 a 820 dólares. Hoy por hoy, el producto se vende al exterior arriba de mil dólares la tonelada.
En los surtidores, el litro de biodiésel se expende a 3,249 pesos en Capital Federal y a 3,449 pesos en el interior del país, incluida Córdoba. Los precios corresponden a estaciones de servicio YPF. En el primer eslabón, en tanto, el costo de producir un litro de biodiésel con soja se ubica entre 2,70 y 2,80 pesos sin IVA puesto en fábrica.
Costos
Desarrollar una planta de 3.000 a 5.000 toneladas mensuales obliga a financiar una inversión de 10 millones de dólares. Y las fábricas levantadas en Córdoba están muy por debajo de ese volumen. La que más cerca estuvo fue la Compañía Argentina de Biodiésel, una sociedad armada por varios productores que pidió la autorización para una planta de 50 mil toneladas anuales con la idea de capturar y procesar el aceite crudo de las procesadoras regionales cercanas.
«Hace un año que se hizo la presentación y nunca hubo una contestación», reconocieron Oscar Gentili y Miguel del Bo, las máximas autoridades de Cabiocor, con un pie en el avión que los llevó a Brasil, donde el martes recibieron el premio Integración Sectorial de la Cámara de Comercio Argentino-Brasilera de San Pablo.
«No hay ningún emprendimiento de productores habilitado para entregar biodiésel para el corte local. Se podría decir que el cupo se fue a San Luis, donde hay una planta habilitada en Villa Mercedes y otra en la capital puntana», indicaron los empresarios.
Logística
Los productores también advierten sobre el costo de transporte, ya que el producto debe ser llevado a un centro de combustibles para su mezcla. En Córdoba se pensaba que iba a existir la posibilidad de entregar biodiésel en las instalaciones de YPF en Monte Cristo, pero la petrolera decidió concentrar el corte en sus refinerías. Por lo tanto, hay que sopesar entre Luján de Cuyo (Mendoza), San Lorenzo (Santa Fe) o La Plata (Buenos Aires).
Y si bien el precio que fijará el Gobierno será para el producto entregado en planta, el costo del traslado debe ser asumido por las petroleras y las distancias serán clave para la ecuación de los gastos de flete.
Panorama
Córdoba consume alrededor de 1,36 millón de metros cúbicos de gasoil por año, por lo que demandará entre 68 mil y 70 mil toneladas anuales de biodiésel para el corte local. Más allá de las «grandes» como AGD y Bunge -unidas a través de Ecofuel en Terminal 6-, actualmente operan en Córdoba 13 plantas medianas y pequeñas de procesamiento de soja con capacidad para 760 toneladas diarias.
Eso significa que pueden entregar alrededor de 87,5 toneladas diarias de aceite de soja, es decir, 31.500 toneladas al año de biodiésel, por lo que habría un déficit de 36.500 toneladas. Pero como ninguno de esos desarrollos está habilitado, la demanda local será por el total del volumen necesario para el corte.
«Empezamos a trabajar con las plantas para la elaboración de harinas para generar una plataforma de disponibilidad de aceite para ingresar a futuro con grupos de productores. Hoy, nuestro foco es trabajar harinas proteicas de alta calidad», explicó el secretario de Agricultura, Héctor Fontán.
«No me cabe duda que serán las grandes aceiteras las que arranquen con el cupo local. Las plantas de biodiésel necesitan ser de gran escala», agregó el funcionario.
Por Daniel Alonso
Fuente: La Voz