Esta es la moderna planta de biodiesel que ya puso en funcionamiento Aceites Manuelita S.A. en el Meta.
Cortesía Manuelita S.A. / El País.
El Grupo empresarial puso en operación planta de refinación de aceite de palma para biodiesel en el Meta en la que invirtió US$45 millones.
En desarrollo de la diversificación de sus negocios, el Grupo Empresarial Manuelita S.A. sigue apostándole a los biocombustibles. Por ello acaba de poner en marcha una moderna planta de biodiesel en el Meta, tres años después de haber incursionado en la fabricación de etanol para su mezcla con las gasolinas.
La inversión en el complejo, ubicado en el municipio de San Carlos de Guaroa, a una hora de Acacías, Meta, fue de US$45 millones, reveló Henry Eder, presidente de la Junta Directiva de la firma.
La planta producirá 100.000 toneladas de biodiesel al año y será abastecida de aceite de palma proveniente de una plantación contigua de 7.000 hectáreas de propiedad de la compañía. Otra parte de ese insumo será adquirido a palmicultores de la Costa Atlántica y el centro del país.
“Este es un negocio al cual le quisimos apostar porque creemos que los biocombustibles son el futuro energético del mundo, ya que otras fuentes como el petróleo se están agotando y son cada día más costosas y contaminantes”, recalcó el empresario.
Además, agregó, porque el parque automotor, en especial el de vehículos pesados, que utiliza hoy el acpm, es cada vez creciente en Colombia.
El biodiesel es el resultado de la refinación del aceite de palma crudo, que luego de un proceso químico y una mezcla del 10% con metanol, se convierte en Metil-ester. Este compuesto es finalmente el diesel ecológico que utilizan los automotores.
La refinería, perteneciente a Aceites Manuelita S.A., es una de las más grandes del país y entrará a competir con otras como la de Ecodiesel, de propiedad de Ecopetrol, cuyo montaje se está adelantando en Barrancabermeja. Otros cuatro proyectos similares de plantas refinadoras se ejecutan actualmente en Tibú, Norte de Santander, Barranquilla y Santa Marta.
La inauguración del complejo está prevista para antes de finalizar el 2009 por parte del presidente Álvaro Uribe.
Del etanol al biodiesel
El primer negocio de biocombustibles de Manuelita S.A. fue el montaje de una refinería de etanol a base de caña azucarera, que entró en operación en el año 2007 en Palmira y que produce 300.000 litros diarios.
Por el lado de la palma de aceite, se estima que en Colombia se están produciendo anualmente un poco más de 800.000 toneladas del insumo, y algo más de la mitad es destinado a la producción de biodiesel, el cual se mezcla en un 5% y un 7% en los motores diesel.
Y ese es un mercado que el grupo empresarial vallecaucano quiere seguir explorando hacia el futuro. “El mundo requiere de más energía para atender la demanda mundial. Y la apuesta es la energía renovable. Desde el punto de vista ecológico lo más eficiente son el biodiesel y el etanol”, recalcó el señor Eder, quien participó en la Conferencia Internacional sobre Aceite de Palma celebrada en Cartagena.
Explicó además que la planta de San Carlos de Guaroa se enfoca principalmente en atender el mercado de la Sabana de Bogotá por su cercanía al complejo, y por las ventajas logísticas que ofrece. Sin embargo, una pequeña parte de su producción se está enviando al Valle del Cauca para atender la mezcla del 5% que empezó a operar recientemente en esta región del país.
En cuanto a la posibilidad de que la refinería de etanol en Palmira sea ampliada, el dirigente descartó por ahora esa posibilidad, al señalar que uno de los cuellos de botella es la falta de tierras en el Valle para nuevos sembrados de caña.
Dijo que en la práctica no quedan más allá de 5.000 hectáreas susceptibles de ser aprovechadas en la región para grandes expansiones agroindustriales. Además por competencia, ya que otros ingenios deberán entrar al negocio del etanol para atender la demanda de ese biocombustible, y tener así dos mercados.
Expansión al Casanare
Eder Caicedo dijo a El País que dentro de su plan de negocios con el biodiesel la organización proyecta expandirse hacia el Casanare, cerca de Orocué.
En esa región, según reveló, la idea es contar con una plantación de 20.000 hectáreas de palma de aceite.
“Los Llanos y la Orinoquia son la frontera agrícola del futuro en Colombia, ya que son regiones de tierras aptas para caña y palma de aceite”, destacó.
Por Alfredo García Sierra
Fuente: El Tiempo