Es un negocio que ya capta la atención principal de los productores locales. Como ocurrió hasta ahora con la soja, todas las miradas están puestas en el precio del maíz. La pregunta es dónde invertir.
A la hora del mate, Jorge Scoppa comentó a sus amigos lo que para él es una gran noticia: todo parece indicar que la cosecha va a arañar las 92 millones de toneladas de granos, 2 millones más de lo previsto hasta hace muy poco. Scoppa es el titular de la Asociación de Contratistas, que son quienes trabajan la mayor parte de las hectáreas que se cultivan en la Argentina. Ayer recorrió de punta a punta Expoagro porque asegura que aquí se anticipan las tendencias. «Nos abre las puertas a lo que se viene», dice.
En los últimos tres días unas 130.000 personas visitaron la muestra que finaliza hoy. La mayoría son productores que en semanas más comienzan a cosechar y ya están tomando la decisión de dónde invertir la plata.
Decididamente, los biocombustibles acapararon las conversaciones. Y si los chacareros el año pasado no le perdían pisada a la soja, este año la mirada se posó sobre el maíz. «Estados Unidos está levantando una planta de etanol por semana con miras a reemplazar el 20% del petróleo por energía renovable», contó Federico Ovejero de Monsanto. La multi está lista para lanzar un maíz con una doble resistencia a las plagas y a los herbicidas.
En Nidera contaron que no dieron abasto con consultas acerca de los distintos híbridos del grano. «Con precios tan firmes para el maíz es probable que la siembra crezca un 15% más en 2007», señaló Scoppa.
Pero la vedette fueron los tractores y cosechadoras con piloto automático. «Lo que antes sólo figuraba en los catálogos, ahora es una realidad y los productores lo compran», comentó el experto Juan Raggio.
En las pruebas a campo, se observaron las «guías de manejo» que conducen el tractor como si fuera un avión, dirigido desde el satélite. «Vienen programados en una computadora especial y el margen de error es realmente mínimo, de un centímetro», asegura Raggio, entusiasmado por lo que implica hacia delante: la agricultura de precisión. Aunque el experto advierte una complicación. «Estas máquinas son automáticas pero requieren ser manejadas por el hombre. Eso significa que se necesitan operarios altamente capacitados».
La otra novedad es la siembra con dosificadores. Es que con las mejoras genéticas, las semillas ya no tienen todas el mismo tamaño y adquirir una bolsa de medidas uniformes sale un 15% más. De allí el éxito de sembradoras que permiten una siembra pareja.
Según Ernesto Ambrosseti, economista jefe de la Sociedad Rural, Expoagro revela lo que se viene en producción ganadera, con excelente genética en las razas bovinas, pasturas de alto rendimiento y un nuevo manejo en la nutrición animal que permite afilar el lápiz para bajar costos.
Hay otro dato de la revolución tecnológica que vive al menos una parte del campo. Si antes los argentinos se paseaban por las ferias internacionales a la caza de novedades, unos 2.500 visitantes extranjeros estuvieron aquí con la misma intención. Claudio Vella, productor de la zona de Nápoles, concretó ayer un viejo sueño: replicará en Italia el mecanismo de siembra directa. «¿Usted cree que me haré millonario?», preguntó.
Es que la Expoagro se ha convertido para los productores y las empresas en la mejor manera de vislumbrar el futuro. Y por lo que están viendo aquí, parecen optimistas.
Silvia Naishtat JUNIN. ENVIADA ESPECIAL
Fuente: http://www.clarin.com/
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