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En el Senado se analiza el proyecto de ley —del oficialismo— para cambiar la estructura en la regulación de los combustibles (con medidas tendientes a la reducción). Ahora, el debate estableció una prórroga hasta el 12 de julio.Los biocombustibles, un tema de debate aún no terminado. / Fotos: Agencia CTyS-UNLaM y Archivo La Nueva.
“El uso de biocombustibles para reemplazar, parcialmente, a los combustibles fósiles es algo que se puede plantear como transicional: se quema menos, se emite menos daño, aunque sigue habiendo combustión y se sigue emitiendo”.
Lo dijo el Dr. Diego Ruiz, investigador y docente en la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata (FCAyF-UNLP).
“Por ejemplo, los autos eléctricos tienen un impacto muchísimo menor sobre el medio ambiente. En ese aspecto, se utilizan otras tecnologías como el litio pero, a su vez, también tienen un nivel de agotamiento porque, en algún momento, cuando se acabe el litio, va a haber que ser reemplazado por otra fuente”, añadió.
“Hay una cuestión de diversificar esa matriz energética y hacer un aporte mayor de las energías renovables”, aseveró Ruiz.
Diego Ruiz, investigador y docente en la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata (FCAyF-UNLP).
“Hay que cambiar el concepto de sustentabilidad por el de economía circular”, explicó —por su parte— Patricia Vázquez, investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas Jorge J. Ronco (Cindeca).
“Lo que hay que hacer es reutilizar el producto obtenido; es decir, optimizar la cadena de uso desde su inicio hasta el final”, agregó.
“Los biocombustibles han sido los primeros en llegar al mercado bajo los principios de la sustentabilidad”, comentó Vázquez.
“Siempre es un porcentaje muy reducido que se le agrega de combustibles limpios a los fósiles; por eso, es clave apuntar a que se mantenga y se promueva esta opción”, aseguró Vázquez, en la Agencia CTyS-UNLaM.
La presentación viene a cuento tras la prórroga, hasta el venidero 12 de julio, del debate final sobre un marco regulatorio para la ley de biocombustibles.
Las comisiones de Energía y Combustibles y de Presupuesto y Hacienda de Diputados llevaron adelante una votación y, finalmente, se aprobó el dictamen —en mayoría— del proyecto del oficialismo.
El nuevo marco regulatorio establece un corte del 5 % para biodiesel; esto es, un 5 % menos que en la actualidad.
En el caso del bioetanol se mantiene el 12 %, pero se establece un 6 % para bioetanol de maíz y otro 6 % para el de caña de azúcar.
Patricia Vázquez, investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas Jorge J. Ronco (Cindeca).
El proyecto generó rechazó en la agroindustria por la reducción del volumen de corte obligatorio, aunque la mayoría de las cámaras de las empresas pymes apoyaron la iniciativa.
Tanto Ruiz como Vázquez, quienes están doctorados en Química, coinciden en señalar la necesidad de encontrar un equilibrio en los niveles de combustibles, de cara a reducir la huella de carbono nacional y promover las metas internacionales que buscan, para el año 2050, eliminar los combustibles fósiles.
También explicaron la repercusión ambiental positiva y la contribución al desarrollo de las economías regionales.
De acuerdo con la opinión de los investigadores, existen diversas formas de producir materia prima para generar biocombustibles que, no necesariamente, involucren un impacto.
Los investigadores proponen, por ejemplo, reemplazar el uso de cultivos de girasol o de soja, para producir este tipo de combustibles, por materiales como desechos orgánicos urbanos, como el aceite ya utilizado puede ser reactivo para un biocombustible.
“Se pueden reemplazar estos materiales alimenticios por otras especies que no son comestibles”, aseguró Ruiz.
“De este modo, se logra no competir contra la industria de los alimentos; es decir, se evita utilizar comestibles que son totalmente necesarios en todo el mundo para combatir el hambre y hacen falta cotidianamente”, dijo Ruiz.
“Para preparar un combustible es eso, entonces, a lo que hay que apuntar”, expresó Ruiz.
“También tiene que ver según la forma en que se produzca la materia prima para biocombustibles como una oleaginosa o caña de azúcar, como una fuente vegetal”, comentó.
“Si se utiliza una escala enorme utilizando plaguicidas, se daña el terreno y, también, se afecta al medio ambiente en la producción de materia prima para el biocombustible”, aseveró Ruiz.
A contramano
En relación al proyecto de ley para cambiar la estructura en la regulación de los combustibles, en el cual se establece una reducción de la mezcla de biodiesel, el Dr. Ruiz dijo: “Hay una realidad y es que la producción de biocombustibles es mucho más costosa a nivel de industria”.
También que cuando se formuló, la ley inicial era más rentable desde lo económico.
“Por eso creo que este nuevo proyecto es una cuestión más de mercado que una cuestión ambiental, en donde, en principio, no es beneficioso”, aseveró Ruiz.
“Es necesario que se hable sobre esto en diferentes lugares, y no sólo en las universidades”, agregó la Dra. Vázquez.
“Hablar de este tipo de cosas no tiene que ser algo que suene lejano de lo cotidiano, sino que se debe interiorizar a toda la población sobre los temas para que el conocimiento por las causas ambientales y el cuidado del planeta sea más justo y equitativo”, explicó.
“En la Argentina tenemos terreno y condiciones para la producción de biocombustibles pero, a contracara, hay cuestiones políticas y económicas que no necesariamente apuntan a la cuestión ambiental”, indicó la Dra. Vázquez.
“Pero hay que tener en cuenta que los biocombustibles no son la solución definitiva, sino un aporte más a la cuestión de diversificar la matriz y reducir emisiones y generación de energía a partir de fuentes que tienen un impacto mayor sobre el medio ambiente”, comentó el Dr. Ruiz.
“Es un granito más de arena en la posible solución”, concluyó.
¿Un marco regulatorio que considera la coyuntura?
“Es necesario presentar un marco regulatorio que considere las nuevas realidades que tiene el sector, más las coyunturas que aparecen y dar previsibilidad y certeza a una actividad económica que queremos siga creciendo”, explicó el diputado nacional mendocino Omar Félix, uno de los autores del proyecto y presidente de la comisión de Energía y Combustibles.
Omar Félix, diputado nacional por Mendoza.
“La finalidad de los biocombustibles está más allá de las regalías de las distintas provincias y de los actores económicos en juego; es el recambio de la matriz energética para cumplir con la reducción de impacto ambiental”, aseguró la diputada nacional, por Mendoza, Jimena Latorre.
“Pero este proyecto no tiene sustentabilidad ni promoción”, discrepó.
“Es importante considerar otros regímenes de promoción que se vienen impulsando desde el Gobierno Nacional que no deberían colisionar con este proyecto de ley”, sostuvo la diputada nacional neuquina Alma Sapag, quien apoya el proyecto, en Agrofy.
“Estamos en momento de definiciones. Quiero insistir que se reflexione de la importancia de no bajar los porcentajes y los niveles de mezcla, ni en el caso del biodiesel, ni de bioetanol”, indicó, por su parte, el diputado nacional Alejandro (Topo) Rodríguez, ex ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la provincia de Buenos Aires.
Alejandro (Topo) Rodríguez, diputado nacional por Buenos Aires.
“El mayor costo de los biocombustibles fue, parcialmente compensado, a través de la exención del impuesto a los combustibles líquidos”, señaló Nicolás Arceo, exvicepresidente de Administración y Finanzas de YPF y actual director de la consultora Economía & Energía.
“Eso generó una merma en los ingresos fiscales tanto de la Nación como de las provincias, porque se trata de un impuesto coparticipable”, agregó.
Al destinarse aceite de soja y de maíz a la elaboración de biocombustibles, dejaron de exportarse productos por los cuales el Estado hubiera cobrado impuestos y retenciones a las exportaciones durante los últimos 15 años.
El Decreto de Necesidad y Urgencia 322/21 fue para prorrogar —por 60 días— la denominada ley de biocombustibles, que está en vigencia desde 2006.
El primer artículo del DNU extiende el actual régimen de promoción para la producción de biodiesel y bioetanol establecido en la Ley Nº 26.093 hasta el 12 de julio venidero, o hasta que entre en vigencia un nuevo marco regulatorio de biocombustibles; lo que ocurra primero.
Fue firmado por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y del ministro de Economía, Martín Guzmán.
La oposición al Gobierno nacional, especialmente la que está representada en legisladores de las provincias del centro del país que producen biodiesel, así como algunas cámaras empresarias, reclamaba una prórroga de la actual ley.
Martín Guzmán, ministro de Economía de la Nación.
El debate, entonces, se trasladará en firma al 12 de julio próximo. Aunque tampoco exige certeza de que se arribe a un acuerdo que deje conforme a todas las partes.
De qué se trata
Los biocombustibles son combustibles obtenidos a partir de biomasa vegetal o animal, renovables, que permiten reemplazar a los combustibles fósiles obtenidos del petróleo.
Actualmente, en nuestro país, los biocombustibles más difundidos son el biodiesel, el bioetanol y el biogás.
De cara a reducir las emisiones de CO2 y la contaminación ambiental, una de las soluciones es reemplazar, parcialmente, el petróleo y sus derivados, a través de la búsqueda de otros combustibles.
Por Guillermo D. Rueda
FUENTE: LA NUEVA