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Son alrededor de 350 pequeños empresarios que procesan soja y maíz y producen la materia prima para vacunos, porcinos, aves y tambos. Ofrecen 3.500 empleos directos.
“En el último lustro, la producción de expeller por extrusado, creció un 20%”, apuntó el presidente de la BCSF, Ulises Mendoza, durante el acto de apertura.
Una vez cosechada, la soja va del campo al pueblo, unos pocos kilómetros, en donde la espera una planta que, por día, extrusará 40 a 50 toneladas que saldrán convertidas en materia prima para el alimento de bovinos, cerdos, pollos y tambos (el expeller) y en aceite (un insumo básico para la producción de biodiesel).
Todo este movimiento sucede en un radio de pocos kilómetros y es una de las formas más puras de agregado de valor en origen. En el país hay unas 350 plantas de este tipo, Pymes que dan empleo en pequeños pueblos (en muchos de ellos son la mayor fuente de trabajo) y bregan por crecer en uso de tecnología y manejos que les permita ser más eficientes.
Este miércoles, en Santa Fe, la Cámara Industrial de Extrusado y Prensado de la provincia (CIDEP), que pertenece a la Bolsa de Cereales de Santa Fe (BCSF), organizó el tercer Congreso internacional de Extrusores. La Cámara nuclea unas 24 empresas de las 102 que hay en la provincia (Santa Fe tiene el 20% de este tipo de plantas respecto del total país).
En el contexto de un año difícil económica y financieramente para el país, éste ha sido un buen ejercicio para las plantas extrusoras, con una ocupación de la capacidad instalada promedio de 70%.
“En el último lustro, la producción de expeler por extrusado, creció un 20%”, apuntó el presidente de la BCSF, Ulises Mendoza, durante el acto de apertura. Y agregó: “En el contexto de un año difícil económica y financieramente para el país, éste ha sido un buen ejercicio para las plantas extrusoras, con una ocupación de la capacidad instalada promedio de 70%”. Los tambos traccionaron bastante. Mendoza ponderó la exportación de alimentos argentinos a nuevos mercados, entre ellos China, porque “dinamiza la actividad extrusora”.
“Es una industria relativamente joven en el país, empezó hace 15-20 años, y la mayoría somos pequeños empresarios que hacemos las cosas a pulmón, por eso, estos espacios de capacitación se aprovechan mucho, todos están interesados en ver cómo hacer más eficiente su planta y, por ende, más rentable”, explicó el presidente de CIDEP, Sergio Bernardi a Clarín Rural.
Para el temario de este año, se basaron mucho en lo que más les resultó del congreso pasado que fue el intercambio de experiencias. Casos exitosos que dejaron inquietudes y motivaciones para mejorar. Aquello de “creer que se puede”.
Así, se configuró el panel de producción diferenciada que tuvo lugar a media mañana, con Alejandro Urquiza, de la provincia de Buenos Aires, que se refirió a la producción circular autosustentable; desde Córdoba, Juan Pablo Coutsiers contó cómo optimizar la planta a partir de la cogeneración con gas natural (el tema energético en estas plantas es clave porque funcionan mayormente con suministro eléctrico); y desde Entre Ríos, Pablo Sánchez contó su experiencia para transformar una empresa agrícola-ganadera en agroindustrial.
Antes, en la primera parte de la mañana, el ingeniero en producción animal venezolano, Enrique Díaz, de Anderson Internacional (empresa con sede en Texas, Estados Unidos), compartió su expertise acerca de la producción de aceite vegetal y harina de alta proteína en oleaginosas.
Se calcula que en las 450-500 plantas del país trabajan unos 4500 empleados.
“También pensamos en el coaching, en el manejo de las empresas en sí, porque no te olvides que generalmente somos Pymes, empresas pequeñas, en pueblos chicos, donde el que resuelve los conflictos laborales es el propio dueño”, explicó Bernardi.
Ávidos de todos estos conocimientos, asistieron al Congreso empresarios de Córdoba, Entre Ríos, Chaco, San Luis, La Pampa y hubo inscriptos hasta de Uruguay.
Empleo y diferenciación
Muchas de estas pymes, con 10 empleados, son las que más trabajo ofrecen en el pueblo. “El hecho de generar riqueza en el lugar no es un dato menor, para nosotros es muy importante y también para la gente por eso pedimos que nos den condiciones, no queremos nada alocado, pero sí previsibilidad para poder sostenernos”, dijo Bernardi. Calculan que en las 450-500 plantas del país trabajan unos 4500 empleados, “más que el polo industrial de Rosario”.
“Para un productor es un esfuerzo grande tener que mandar su soja al puerto 800 km y después traer otro camión con la harina, nosotros cubrimos ese nicho, podemos agregar valor en 30-40 km a la redonda”, apuntó Bernardi. Y agregó: “Esto no le va a gustar a (Hugo) Moyano, pero es una realidad, cada una de nuestras empresas saca de las rutas 300 camiones por año, si lo multiplicás por 500 plantas que hay en el país es muchísima la plata que se ahorra en flete”. También significa menor desgaste de las rutas, reducción en las emisiones y menos accidentes de tránsito.
Una de las cuestiones en las que trabajan es en la diferenciación del producto final. “Queremos tipificar nuestro expeller, que es de alta calidad, trabajamos con el INTA y con cada uno de los gobiernos provinciales para lograrlo”, dijo Bernardi.
Panorama hoy
“Las devaluaciones impactan mucho en las actividades que demandan nuestro expeller y eso se nota en años como este, la cadena de pagos está complicada, y del financiamiento ni hablar, aunque hemos pasado tiempos más difíciles que este seguro”, reconoció Bernardi. También la demanda de aceite para hacer biodiesel, que tuvo tiempos convulsionados, está complicada.
Para Bernardi, no sólo hay que mirar hacia afuera, también hay que mejorar puertas adentro, cada pyme como pueda. “Es verdad que gran parte del poder de tracción de las inversiones en nuestras empresas hoy se logra con financiamiento y la cosa está complicada pero pensamos en estrategias para hacer más eficiente el uso de energía”, dijo el presidente de CIDEP.
“En congresos anteriores se habló de hacer una pre limpieza de la soja, secarla y calentarla antes de entrar a los extrusores para consumir menos energía”, apuntó Fabio Ferrero, ex presidente de la CIDEP, actual tesorero con una planta de 40 toneladas/día en Villa Trinidad (centro-oeste de Santa Fe).
Otro de los temas que están sobre la mesa de discusión es la exportación de expeller. “Hasta 2008 se exportaba a Uruguay y a Chile, pero desde entonces, las retenciones (paga un proporcional de la soja que hoy ronda el 27%) nos sacaron del juego, no somos competitivos y ambos países hoy importan de Paraguay y Bolivia, con camiones que pasan por nuestras rutas”, se lamentó Bernardi.
Como cierre, Ferrero dejó una mirada política que tiene un dejo de anhelo: “Gane quien gane las políticas de estado con respecto a la producción se tendrían que mantener y por ende la producción de expeller va a andar bien, no creo que se vayan a cerrar las exportaciones”.Congreso de Extrusadores
Las pymes que procesan la soja pidieron previsibilidad
Son alrededor de 350 pequeños empresarios que procesan soja y maíz y producen la materia prima para vacunos, porcinos, aves y tambos. Ofrecen 3.500 empleos directos.
“En el último lustro, la producción de expeler por extrusado, creció un 20%”, apuntó el presidente de la BCSF, Ulises Mendoza, durante el acto de apertura.
POR JUAN I. MARTÍNEZ DODDA
FUENTE: DIARIO CLARIN/CLARIN RURAL