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Tras haber definido el congelamiento de precios de combustibles, el Gobierno también frenó subas al biodiesel. El sector hoy está completamente parado.

El sector del biodiesel en la Argentina está en un estado crítico. Más precisamente, las 27 pequeñas y medianas plantas que producen este derivado del aceite de soja para abastecer exclusivamente el corte de gasoil al 10% y que no están orientadas a la exportación.

Sucede que estas Pymes, que operan bajo el amparo de la ley 26.093, sufrieron un duro mazazo luego de que el Gobierno decretara el congelamiento de los combustibles por un plazo de 90 días.

Sin espaldas financieras, como las que poseen las grandes petroleras, estas 27 plantas están operando completamente a pérdida por estar obligadas a vender su producción a un precio «pre PASO» pero teniendo que comprar insumos atados al valor de un dólar que, tras las elecciones primaras, pasó de $45 a $57.

Fuentes de la a Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB), que nuclea a firmas emplazadas en media docena de provincias, lo plantearon de manera cruda: «El congelamiento de precios es como un certificado de defunción».

«No tenemos recursos para soportar tres meses con un precio congelado. Es inviable, básicamente porque con los que nos pagan por cada litro que le vendemos a las petroleras no podemos comprar ni siquiera el aceite de soja. Estamos operando completamente a pérdida», agregaron.

Es por eso que, según la misma fuente, «casi todo el sector está ya totalmente paralizado, sin producir. Algunas plantas están terminando de liquidar el stock que tenían, pero sin la posibilidad de seguir funcionando».

El origen del problema está en la decisión del Gobierno de contener los valores en los surtidores, como parte del paquete de medidas para incentivar el consumo, luego del revés que recibió en las urnas.

Cabe destacar que, tras no llegar a un acuerdo con las petroleras, el macrismo decretó el congelamiento del precio de los combustibles durante 90 días teniendo como referencia los valores al 9 de agosto, es decir, con un tipo de cambio en torno a los $45.

«Ante la magnitud de los recientes acontecimientos económico financieros desencadenados, de público conocimiento, es obligación del Poder Ejecutivo Nacional utilizar los instrumentos a su alcance y adoptar las medidas específicas necesarias para proteger a los consumidores», argumentó el Gobierno.

El problema es que las Pymes que producen biodiesel tienen como principal insumo al aceite de soja, cuyo valor se rige por el dólar.

El otro problema es que la industria se rige por un precio que publica al inicio de cada mes la Secretaría de Energía. Y la última actualización, correspondiente a agosto, se hizo cuando el billete verde estaba en $45.

«No podemos encender una máquina porque si queremos producir vamos a pérdida. Nos estamos fundiendo», alertó la fuente.

La postura del Gobierno

Según supo este medio, esta semana los representantes del sector fueron recibidos por Carlos Alberto Casares, subsecretario de Hidrocarburos y Combustibles de la Secretaría de Energía.

«Nos recibió solo para comunicarnos que la política para los biocombustibles iba a ser la misma que para los combustibles fósiles», agregaron fuentes del sector, quienes agregaron que «con esta gestión siempre fue así: nos convocan solo para comunicarnos las medidas que toman de manera unilateral. Nunca hubo una sola consulta previa».

«Es desalentador ver cómo discuten el Estado nacional, las provincias y las petroleras y nadie contempla los problemas de nuestro sector, que está a un paso de dejar de existir. No estamos quejándonos de que ganamos menos: este es un problema de subsistencia. Si esto no cambia, en un mes o menos muchas empresas van a ir a la quiebra», recalcaron.

«Lo más grave es que las pérdidas que en este último tiempo tuvimos las Pymes no fueron para beneficiar a los consumidores. Esas pérdidas que pusieron y ponen en riesgo a las Pymes regionales fueron en favor de las grandes petroleras», dispararon.

Y fueron más allá al señalar que «todas las medidas que están tomando contra nuestro sector van en detrimento de los pilares que los funcionarios postularon respecto de la seguridad jurídica y el respeto por las reglas de juego claras. La industria Pyme del biodiesel se vio más vapuleada que nunca. Nos cambiaron las reglas de juego una y otra vez. Hay cero previsibilidad».

Antecedentes complicados

No es la primera vez que las empresas nucleadas en CEPREB enfrentan tiempos difíciles. A principios de mayo, cada una de las Pymes planteó un recurso de amparo de manera individual pero a través de un único escrito, es decir, de manera colectiva, por un problema sobre la fórmula con la que se fijaba el precio.

«Desde que se instauró el régimen que regula la actividad, es la primera vez que todo el sector se une de esta manera para presentar un amparo. Esto denota la gravedad de la crisis que golpea al sector, a punto tal que si no se corrigen las medidas que se tomaron de manera urgente, puede llevar al colapso de todo un sector que demostró que es muy importante para la economía, tanto por el empleo que genera como por su impacto positivo para la matriz energética», ya venían alertando desde la entidad.

¿Qué sucedió en concreto? La Secretaría de Energía de la Nación es la que mensualmente debe determinar y publicar el precio del biodiesel para el mercado interno. Esta determinación se venía realizando a través de una fórmula polinómica que contemplaba los costos que tuvo el sector del mes inmediato anterior y que le daba certidumbre al sector.

Esto era clave: el aceite de soja, la materia prima del biodiesel, representa el 85% del costo de producción, y su precio está dolarizado. El metanol, luego del aceite de soja, es el insumo de mayor importancia en la estructura de costos, y también está dolarizado.

Sin embargo, en abril, la Secretaría de Energía dejó de tener en cuenta la variación del tipo de cambio en la fórmula, lo que provocó un descalabro financiero en el sector. El recurso de amparo no prosperó pero las Pymes apelaron la decisión y ahora están a la espera de esta definición.

Claro que, el congelamiento de precios empeoró completamente el escenario: «Estamos evaluando una nueva alternativa legal porque no tenemos posibilidad de subsistir», plantearon.

«Las petroleras nos están reclamando el biodiesel para el corte, pero no estamos entregando porque no cubrimos el costo de la materia prima. Es imposible. La ley nos protege, porque nadie está obligado a entregar nada a pérdida», amplió el directivo consultado.

Cabe destacar que actualmente son unas 1.600 personas las que hoy en día trabajan en este sector, en un escenario claramente difícil para el mercado laboral en la Argentina.

Las plantas, además, tienen un importante impacto en las economías regionales, dado que están distribuidas en provincias como Santiago del Estero, Entre Ríos, San Luis, Neuquén, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.

«Desde el Gobierno siempre anunciaron el apoyo a las Pymes y la idea de apostar a un país más federal. Pero hasta ahora todo lo contrario: las medidas que tomaron atentan justamente contra las economías regionales», señaló una de las fuentes consultadas.

Sin embargo, con un precio congelado y alejado completamente de la realidad, la decisión oficial ahora está poniendo en jaque el futuro de esta industria Pyme estratégica.

FUENTE: INFOBAE