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Los números que hacen ver a la industria del biocombustible como un horizonte necesario. Valor agregado en maíz.
Destacan que el bioetanol es un combustible limpio que propicia menores emisiones de gases de efecto invernadero.
En el marco del taller “Valor agregado en maíz. Biocombustibles y subproductos” que tuvo lugar en la primera jornada del XXVII Congreso de Aapresid, el director de Insumos Agropecuarios e Industrias (ACA) Víctor Acastello compartió su experiencia en la empresa ACABIO, donde se desarrollan 50,000 m³ por año de bioetanol, y se refirió al potencial de esta industria en nuestro país. Acastello centró su exposición en los efectos positivos que implica el agregado de valor en origen tomando como referencia el caso particular de ACABIO, la planta desarrolladora de bioetanol de maíz ubicada en Villa María, provincia de Córdoba. Se trata de una planta industrial que ya lleva cinco años de funcionamiento y que hoy permite vislumbrar las oportunidades y proyecciones del bioetanol en la Argentina.
—¿ACABIO es un modelo paradigmático?
—Este es un caso con historia, por eso se puede promocionar. Además en este momento estamos ante un escenario nacional clave, donde la ley de biocombustibles que concluye en mayo del 2021 está debatiendo cómo seguir.
—¿Qué ventajas tiene el bioetanol?
—Es un combustible limpio que propicia menores emisiones de gases de efecto invernadero y tiene, a lo largo de todo su proceso con respecto a las naftas, el impacto positivo de los granos destilados o burlanda, (llamados DGS por sus siglas en inglés) que son una alternativa sustanciosa y 10% más económica para los feedlots y los tambos. Además existen otros recuperos como el CO2 para las industrias de las bebidas gasificadas entre otros usos industriales y el aceite.
—¿Falta explotar el bioetanol en Argentina?
—En un momento el bioetanol estaba en falta, pero hubo contracciones, ampliaciones de cupos, asignaciones de nuevos cupos fiscales y ahora hay capacidad ociosa de bioetanol.
Hoy el corte de las naftas en nuestro país está en un 12%, donde seis puntos lo aporta el etanol de maíz y seis puntos el etanol de caña de azúcar. Se podrían hacer muchas más industrias si se eleva el corte de etanol en las naftas.
—¿Qué se debería tener en cuenta en una próxima ley de biocombustibles?
—Lo que se debe revisar es cómo hace Argentina para ir a una matriz energética más limpia: hablamos del bioetanol y del biodiesel, ambos combustibles renovables. Sabemos que el petróleo es un combustible muy contaminante, pero hoy el gas y el petróleo contribuyen a la mayor parte de la matriz energética. Hay muy poca energía hidroeléctrica, muy poca solar, muy poca eólica y el biocombustible se usa solamente en vehículos 12% en las naftas y 10% con biodiesel en gasoil.
—¿Hay otros países que incorporan esta materia de manera diferente?
—Argentina debería ir al modelo brasilero donde las naftas se cortan hasta el 27,5% o el modelo de Estados Unidos donde las naftas se cortan hasta el 85% con bioetanol. Esto último requeriría de un consenso con las automotrices a la hora de calibrar motores (motores flex) y de un consenso con las petroleras fundamentalmente porque cuanto más biodiesel haya, menos se utilizaría el petróleo.
—¿Qué hay que cambiar para que no sobre biodiesel y comience a ser más utilizado?
—Hay que tomar la decisión de ir a más corte de combustible y paradójicamente se está importando naftas. En un año normal nuestro país importa 500.000 metros cúbicos de nafta lo que equivale a tres plantas industriales como la de ACABIO. Podríamos aumentar las ganancias de forma sustentable, aumentando el corte con el bioetanol y dejando de importar naftas, entonces nacerían nuevas plantas industriales como ACABIO.
Por Prensa Aapresid/Agrofy