Inversores cordobeses, a la espera de una definición sobre precios y habilitaciones.
Luego de una pausa y con los valores del petróleo rozando de nuevo los 60 dólares el barril, la ola de los biocombustibles más temprano que tarde volverá a ascender. Ésta fue una de las conclusiones que dejaron los expertos que estuvieron en Córdoba durante el Primer Encuentro Empresarial Argentino Brasileño de Bioenergía.
El foro atrajo el interés de productores, técnicos e inversores no sólo del área sojera sino también de la industria azucarera de Tucumán, donde están en marcha inversiones para la producción de etanol. Se sumaron productores del NOA y del NEA, que llevan adelante investigaciones para incorporar nuevos cultivos energéticos, como la jatropha, en planteos agroindustriales.
En la organización del foro, a cargo de la Cámara de Biocombustibles de Córdoba (Cabiocor) y la Cámara de Comercio Argentino Brasileña de San Pablo, intervinieron el ex gobernador José Manuel de la Sota y Adriana Nazario –ex ministra de la Producción de Córdoba–, impulsores de la formación de un cluster provincial de productores de biocombustibles.
Impacto externo. La crisis internacional no afectó tanto a la demanda como sí a los precios del etanol; también se retrajo la demanda de autos «flex» en Brasil (10 millones de unidades proyectadas para el año próximo). Pero el uso de motores adaptados a las mezclas de naftas con bioetanol de caña de azúcar comenzará este año con la fabricación de impulsores para motocicletas, apenas un botón de muestra del planteo estratégico brasileño.
Por la misma cuerda, las fibras recogidas en cañaverales cada vez más productivos y tecnificados se perfila como una materia prima líder en la matriz energética del principal socio del Mercosur: el año pasado la generación eléctrica de origen vegetal alcanzó los 1.800 megavatios medios (tres por ciento del consumo). Pero la proyección a 2015 es más ambiciosa; llegará a los 8.500 megavatios para ocupar el 15 por ciento de la demanda eléctrica del país vecino.
Aun cuando Brasil tiene gran capacidad en sus usinas hidroeléctricas, el año pasado la combinación del etanol de caña y la generación de electricidad de fuente vegetal alcanzó el segundo lugar de la matriz energética, detrás del petróleo.
Los tiempos se aceleran también por el lado del biodiésel, otro combustible en el que los productores argentinos prometen ser competitivos. El Gobierno de Lula resolvió incrementar de tres a cuatro por ciento la mezcla con gasoil y adelantar la entrada en vigencia de la norma a partir del mes próximo.
Cuenta regresiva. A nivel local, también comenzó la cuenta regresiva para que debute el corte obligatorio del gasoil con cinco por ciento de biodiésel, previsto en un primer momento para enero de 2010. La mayor dificultad es de orden logístico: la crisis financiera mundial retrasó los proyectos y las petroleras deben terminar de ejecutar y acondicionar las plantas mezcladoras para abastecer el mercado.
Oscar Gentili, presidente de la cámara cordobesa, opinó que si se adelanta el debut de la mezcla –se baraja esta posibilidad para agosto– «se va a acelerar el proceso de inversión y los proyectos que están a punto de arrancar en la provincia, como las plantas de Pampayasta, Corralito, Monte Buey o Marcos Juárez».
Gentili presentó la nómina de una decena de emprendimientos regionales para entrar en operación durante este año en distintas zonas de la provincia (ver mapa en la página 4) para una molienda conjunta de semillas de soja de 500 toneladas diarias. La visión estratégica de estos proyectos en los que intervienen productores agropecuarios apunta a la industrialización en origen, con ahorro de fletes, y lograr la aprobación para participar del corte nacional.
«Hay cuatro plantas a punto de arrancar y otras cinco en procesos de contratación de equipamientos y obra civil. En el medio del proceso, en agosto del año pasado, se cayeron los beneficios de la ley 9.121 de promoción industrial provincial», consignó Gentili.
El salto en el valor de los acetes vegetales a niveles de mil dólares la tonelada durante el boom de las commodities el año pasado, y un precio interno regulado del gasoil en el orden de 2,40 pesos por litro en el surtidor, impuso un obligado freno a estos emprendimientos asociativos de baja escala. Las plantas ya en operación, una docena en Córdoba con capacidad de moler de 30 a 100 toneladas por día, se han estado ocupando de elaborar aceite crudo y expeller, en algún caso con salida a la exportación.
«Hemos presentado un proyecto para estar incluidos en el corte de biodiésel, que está sujeto a la aprobación de la Secretaría de Energía, pero aún no sabemos si en el arranque quienes van a tener cupo son los pequeños productores, como lo estipula la ley, o las grandes compañías que cuentan con stocks», dijo a La Voz del Campo Víctor Gasparini, uno de los productores socios de Sojacor. La planta de Oncativo se ha posicionado en el mercado de los expeller de calidad, y abastece a establecimientos ganaderos.
Los productores locales están a la espera de las novedades oficiales porque deben conocer el precio oficial del biodiésel que proveerán a las petroleras para su corte con gasoil. El otro dato clave es la autorización de los proyectos por parte de la Secretaría de Energía. A través de una sociedad ya armada (la CAB, Compañía Argentina de Biodiésel SA), los cordobeses tienen pedida la autorización para una planta de 50 mil toneladas anuales de biodiésel con la idea de capturar y procesar el aceite crudo de las plantas regionales cercanas.
El modelo de costos que planteó el Gobierno para definir los precios del biodiésel es con una planta de 50-60 mil toneladas. Las plantas más chicas, como en el caso de Córdoba, compensarían la falta de escala a partir de un aprovechamiento de los derivados (harinas) en proyectos ganaderos. Todo en la medida que cumplan las condiciones de calidad, seguridad y normas ambientales.
Revés en la promoción. Los proyectos cordobeses no sólo sufrieron un revés con la caída de la promoción provincial; también quedaron afuera de un régimen nacional que otorga beneficios fiscales como economía regional a los ingenios azucareros para la producción de etanol. En esa promoción no está la producción de etanol de maíz; así, correrá de atrás el proyecto Bioetanol Río Cuarto SA (Bio4), otro grupo de productores locales que tiene un importante proyecto en la zona maicera del sur provincial.
En línea con el régimen de la ley 26.093, “el modelo masivo de la Argentina es que las compañías petroleras incorporan biocombustibles que producen proyectos que han sido autorizados a operar en este mercado por el Ministerio de Planificación a través de la Secretaría de Energía”, explicó Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
El precio de esas operaciones lo fija el Estado a través de un modelo que toma en cuenta los costos de producción y otras variables. Con los precios internos actuales de los combustibles fósiles, los biocombustibles son más caros. En el caso del biodiésel –según Molina– la mezcla prevista de cinco por ciento estaría incrementando el precio del gasoil en surtidor alrededor de seis a siete centavos por litro (considerando un precio promedio ponderado del gasoil en todo el país de 2,37 pesos).
“Hay algunos planteos regionales que se basan en un negocio de utilización de harina proteica, donde la soja se produce regionalmente y se ahorran los fletes, donde estos números pueden ser revertidos. Pero estamos hablando de nivel de corte masivo”, dijo Molina.
En el caso del etanol, el precio es competitivo con el de la nafta premium. El programa va a empezar en 2010, progresivamente se va a cortar primero la nafta premium, después la nafta común y, a medida que aparezca oferta de este biocombustible se va a ir incorporando el corte con la nafta súper.
Tratativas por el adelanto. Molina dijo que el Gobierno mantiene negociaciones con la Cámara de la Industria del Petróleo, Adefa (la Asociación de Fábricas de Automóviles) y la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) sobre el adelantamiento del corte de gasoil con biodiésel. “Hay una industria que tiene una capacidad instalada de alrededor de 1,9 millón toneladas (en las plantas de Puerto San Martín y San Lorenzo), el comercio exterior se achicó y por lo tanto podríamos tener biodiésel mañana. Hay cuestiones logísticas a resolver que son complicadas y si se logra ese consenso entre los actores se puede adelantar un tiempo la llegada a los surtidores”, explicó.
Carlos Petroli
Fuente: La Voz/Cordoba/Argentina