La firma Bayer CropScience presentó un estudio para exhortar al desarrollo de estrategias de largo plazo.
Foto: Miguel Acevedo Riú
Para alimentar a la población mundial, «en los próximos 30 años se deberán producir más alimentos que en los últimos 10.000». Este impactante pronóstico lo dio el director mundial de relaciones institucionales de Bayer CropScience, Manfred Kern, quien durante la presentación del estudio Futuro de la agricultura: visión 2025/2050 planteó la necesidad de realizar una «nueva revolución verde» (en profundización de la primera, de 1960) para aumentar los rendimientos de la producción y obtener mayor cantidad y calidad de alimentos.
Si bien desde la última primavera los precios de los alimentos bajaron sensiblemente respecto de los récords alcanzados durante 2007 y principios de 2008, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronosticó que, durante los próximos diez años, estos precios estarán muy por encima de los de la última década. Por eso, Kern insistió en la necesidad de que los líderes políticos tomen decisiones de largo plazo en materia agropecuaria.
En el siglo XXI, los desafíos de la agricultura son más complejos que los que tenía el siglo anterior. El cambio climático y los hábitos de consumo inciden directamente. Por ejemplo, según lo expuesto en el estudio de Kern, entre 1992 y 1996, entre el 55 y el 70% de la producción de cereales estaba destinada a la alimentación de los animales y el 45-30%, al consumo humano.
Para 2025, el panorama cambiaría radicalmente: entre un 23 y un 47% de la producción de granos estará destinada a la alimentación de animales y del 25-35% para el consumo humano. Además, se destinará entre un 20 y un 30 por ciento a la producción de biomasa, y un 8 al 12 por ciento, a la elaboración de alimentos para mascotas.
Otro dato importante por considerar es que, en 2020, el consumo de carne en países en vías de desarrollo será de 190 millones de toneladas, el doble de lo que se consumía en 1993. «No es que no haya suficiente arroz para alimentar a los chinos -dijo Kern- el problema es que ellos no quieren comer más arroz.»
Según el estudio realizado por Bayer CropScience, para 2010, la demanda de biodiésel de la Unión Europea (UE) será de casi 12 millones de megatoneladas (mt), el doble que en 2005. En este sentido, la Argentina tendrá una ventaja, ya que, para 2030, la UE podrá autoabastecer sólo el 50% de su demanda de biodiésel, el resto, según Kern, lo importará de Ucrania, Canadá, Brasil y Argentina.
Kern explicó que los desafíos para la agricultura están relacionados con la alimentación, pero también con el cuidado del medio ambiente y, por ende, la generación de nuevas fuentes de energía como también la disminución de la pobreza. Por eso, la Organización de las Naciones Unidas elaboró el año pasado elaboró un documento denominado Después de 25 años, la agricultura en prioridad máxima, otra vez . En este sentido, Kern aclaró que «los políticos tienen que entender que hay que incorporar a la agricultura en este nuevo contexto»
La Argentina, en foco
Kern fue particularmente optimista respecto del futuro de la Argentina y del potencial liderazgo que podría tener en la segunda revolución verde: «Es posible triplicar la superficie sembrada».
Para aumentar la productividad, desde Bayer CropScience aconsejan: «Hacer una rotación optimizada de los cultivos; emplear técnicas de riego; desarrollar nuevas soluciones para la protección de los cultivos y de semillas con una mayor capacidad de rendimiento». Por ello, la firma tiene pensado invertir 2,65 billones de euros en investigación de nuevas técnicas para potenciar la productividad agrícola a nivel mundial. Kern dijo que el Cono Sur tendría particular relevancia para la empresa, pero advirtió: «Hay que cuidar a los productores. Si no ganan, no se van a dedicar a esto». Y para graficarlo, agregó: «No maten a la vaca que les da la leche».
Por Mercedes Manfroni
Fuente: La Nación