En la jornada de Oncativo, el ingeniero Horacio Bienzobas, del área Productos Especiales de Sursem, fue el encargado de referirse al cultivo de colza, que de la mano del biodiesel y mejores canales de comercialización, crecerá fuertemente en hectáreas en las próximas campañas.
La colza se comienza a sembrar a partir de abril en la provincia de Córdoba y en el marco de la jornada realizada en Oncativo, un productor del grupo Biodiesel Pilar aportó sus conocimientos en el manejo.
La colza es una especie oleaginosa que figura entre los primeros cultivos aprovechados por el hombre. Hay evidencias de su uso en la India varios siglos antes de Cristo y en China y Japón desde el comienzo de la era cristiana. Europa y Asia fueron durante muchos años los principales productores de aceite de colza con fines industriales. Durante la segunda guerra mundial el bloqueo impuesto a esos lugares hizo que Canadá introduzca y desarrolle el cultivo con la finalidad de obtener aceites lubricantes. Las primeras semillas llevadas a Canadá provenían de Argentina y de Polonia.
La Colza Canola son las variedades mejoradas que tienen su origen en Canadá y su mejora comenzó en la década del 60, cuando los técnicos de América del norte lograron llevar variedades de colza a niveles bajos de ácido erúcico y glucosinolatos, dos compuestos que son tóxicos para la alimentación.
Cuando se logró combinar las dos características Canadá llamó Canola (Canadian Oil Low Acid) a las variedades que poseen esta condición para identificar más fácilmente a este producto diferenciado.
Con esta mejora, Canadá produjo las colzas doble cero (cero de ácido erúsico, y cero de glucosinolatos). “Canola vendría a ser como una marca registrada dentro del cultivo de colza y es de destacar que todo lo que se utiliza en el mundo es Colza Canola”, dijo Bienzobas.
El profesional comenzó señalando que “la canola es un comoditie en el mundo. En Argentina es un cultivo que está dentro de un área de productos especiales. Este año en Argentina va a subir la intención de siembra, en comparación a años anteriores, pero seguirá siendo baja frente al millón y medio que tiene Australia, que tenía en la década del 90 las mismas hectáreas que Argentina y frente a Canadá que produce lo mismo de canola que de trigo en superficie, o frente a Paraguay, que este año tenía una intención de siembra de 100.00 hectáreas, y que por razones climáticas bajaron a unas 60.000 hectáreas”.
Así y todo, la colza muestra buena adaptación en Argentina y hubo buenos logros. “Es un cultivo simple, pero no funcionó como podría porque no tiene un lugar en la comercialización, esta fue la gran limitante. No había un precio establecido ni un punto de entrega determinado, frente a otros cultivos masivos en donde se comercializan rápidamente plantas de acopio, mercados, no ocupaba su lugar. Su lugar lo comienza a ocupar mediante la actual aparición de los exportadores con condiciones establecidas, bases estatutarias determinadas, y fundamentalmente, lugares de entregas accesibles”, afirmó Bienzobas.
Es que a partir de éste año, empresas como Molinos Río de la Plata, Cargil, ACA, toman como punto de entrega Rosario. Anteriormente el punto de entrega para algunos exportadores era Quequén, entonces, por eso el cultivo se desarrollaba en la zona sudeste de la provincia de Buenos Aires y si bien hubo experimentos de entrega en Reconquista, también fallaron en años anteriores. Pero a partir del año pasado hubo buenas nuevas en la comercialización de colza: “Se incorporó Paraná, con una empresa, y Rosario con las nombradas anteriormente, y esto más un contrato con un precio establecido, con su piso por encima del cual se va a comercializar, es lo que le ha dado el empuje al cultivo. Otro agregado que lo favoreció es que el cultivo de canola reconocía sus bondades para la formulación de biodiesel. La aparición de plantas han traccionado mucho cultivo dado que el cultivo de colza tiene un 45% de materia grasa que, para extracción por prensado, le entrega mucho más aceite que, por ejemplo, la soja”, señaló Bienzobas.
Campaña 2007
De carta a la campaña 2007, y ante la aparición de éstos nuevos jugadores, exportadores; se comienza a hablar de un área de Colza de entre 20.000 a 25.000 hectáreas en Argentina y en breve se espera duplicar esta superficie.
En lo que hace a provisión de semillas, la colza es un cultivo muy importante para Sursem. “La razón de nuestra historia en colza es por origen de la empresa dueña de Sursem, un semillero sueco que se llama Swaloffweipull, que prácticamente es propietario del 40% de las colzas-canolas que se utilizan en el mundo. Obviamente Sursem tiene sus orígenes con ellos, y por su tradición, era como una obligación la que tenemos de desarrollar el cultivo en Argentina”, dijo el técnico.
Para Córdoba recomendó variedades primaverales, Eclipse 2836 y 2797, que no requieren altos niveles de frío para inducirse a floración, se siembran en otoño y se cosechan en primavera. “Tenemos otras variedades que usamos más al sur o en climas continentales, tipo San Luís y Mendoza, que es Gospel, pero requiere para inducirse a floración más horas de frío, pero que las puede cumplir a la acumulación de éstas horas, en éstos climas, no en ésta zona”, precisó.
La colza requiere un manejo específico
En lo que hace al manejo, la colza se puede sembrar a 17.5 o 22 centímetros, con una sembradora de grano fino. “Se usan entre 5 a 6 kilos de semilla por hectárea. Hay que tratar de que esa semilla vaya depositada no más allá de los 2-3 cm. en el suelo y hay que tener la precaución en los rastrojos sobre los cuales estamos sembrando de tratar de colocar la semilla de ésta manera”.
Bienzobas recomendó también fertilizar el cultivo. “Lo que aconsejamos utilizar como paquete tecnológico es, en materia de requerimientos nutricionales, por ejemplo en nitrógeno, una colza de 2.000 kilos, tiene requerimiento similar a un trigo de 4.000 kilos, es decir unas 120 unidades de nitrógeno, que si no lo tenemos hay que dárselos. Es un cultivo que tiene altos requerimientos de azufre, más que el resto de los cereales”.
El cultivo también tiene plagas específicas, pero son pocas. Después hay que tener en cuenta el momento de la cosecha. “Cuando se cosecha con 10% de humedad de grano es muy probable que se caiga el grano. La alternativa es la cosecha directa, pero si tenemos la seguridad de que vamos a tener un exportador en destino que tenemos la seguridad de que va a poder procesar la mercadería, de poder acondicionarla, de esta manera debe cosecharse con 15 al 16% de humedad. Se cosecha con el cabezal triguero, aunque es más lenta, y hay que tratar de asignar la superficie justa, o sea, 50 o 60 hectáreas por máquina. No es difícil esto porque las máquinas están ociosas en ese período”. Bienzboas dijo que la fecha de cosecha en la primera quincena de noviembre para Córdoba.
Otra opción para cosechar colza es con la participación de hileradoras. “Si queremos cosechar y tenemos que entregar a seco, se puede hilerar. Esto se hace cuando el cultivo está aun verde, cuando ya no tiene un 28% de madurez fisiológica, se hace la gavilla; posteriormente cuando esta se entrega se cosecha con el triguero, y ese es todo el secreto de la recolección de la colza”.
Cabe destacar que en Argentina, la gran mayoría de los productores está haciendo cosecha directa, “porque son grupos de grandes sembradores que están entregando a exportadores que acondicionan la mercadería”, puntualizó Bienzobas.
Respecto a los precios de la colza, el piso asegurado por muchos de los compradores, es en la actualidad de 200 a 210 dólares por tonelada. “Si bien no me gusta compararlo con el trigo, porque es una opción diferente, hoy en día un buen cultivo de canola supera a uno normal de trigo; y para empezar siempre aconsejamos que vayan sembrando de a pocas hectáreas, 40-50, para ir conociendo el cultivo”, concluyó.
Fuente: http://www.totalnews.com.ar/