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Por el freno de plantas de biodiésel, piden cerrar la importación de gasoil.Empresarios le enviarán una carta a Macri para que las petroleras compren el producto nacional.Reclaman aumentar el corte.
El cierre del mercado norteamericano, la imposición de aranceles por parte de la Unión Europea ( UE) y la suba de retenciones por parte del Gobierno terminaron por complicar a la industria del biodiésel, cuyas plantas comenzaron a frenar su producción ante el complicado escenario. Frente a este escenario, las empresas le enviarán una carta al presidente Mauricio Macri para que frene las importaciones de gasoil de mano de las petroleras y sean reemplazadas, en parte, por el producto nacional.
El año pasado se necesitaron alrededor de 3.3 millones de metros cúbicos para abastecer el mercado. De ese total, 1.8 millones fue adquirido por Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), responsable de la generación de energía, mientras que el resto (petroleras) es destinado a la producción de combustibles. La importación significó el desembolso de u$s 1.500 millones.
En ese sentido, la industria del biodiésel estima estar lista para aportar 1.5 millones de toneladas de biodiésel a partir de la capacidad ociosa que se generó ante el cierre de los mercados externos. Primero fue EE.UU. y en breve será Europa.
A esta situación se le suma el decreto 486 publicado el pasado 28 de mayo en el Boletín Oficial, a partir del cual el Gobierno decidió aumentar los derechos de exportación del 8% al 15%, y que empezó a regir el primero de julio. El motivo del alza se basa, según la norma, en la necesidad de impulsar una «reducción progresiva de la alícuota del derecho de exportación del aceite de soja» de forma de «continuar propiciando la convergencia» entre los retenciones «de dicho producto y el del biodiésel». En pocas palabras, se busca que las brechas se achiquen.
La industria local sostiene que hoy el escenario es favorable para la adquisición de la mercadería local dado que el gasoil en el mercado externo aumentó su valor contra el biodiésel, que viene en baja producto de la merma en el precio del aceite de soja tras la pelea comercial entre Estados Unidos y China. Lo que lo hace competitivo.
Esto también significará elevar el corte en la mezcla con las naftas que hoy es del 10% para pasarlo al 12 por ciento. Lo que favorecerá también a las pymes que destinan su producto a las refinerías.
La opción que baraja la industria responde principalmente a la denuncia que hiciera en diciembre pasado el Consejo Europeo de Biodiésel (EBB, por sus siglas en inglés) que sostuvo que existen «indicios suficientes de que los productores» argentinos «se han beneficiado de varias subvenciones concedidas por su gobierno».
Días atrás, técnicos de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea estuvieron en el país para recopilar información. La investigación llega luego de que EE.UU. aplicara a la Argentina aranceles tanto por subsidios y dumping, frenando la exportación por alrededor de u$s 1.200 millones.
Se entiende que los envíos a Europa, una vez concluidas las investigaciones, finalizarán en el segundo semestre. Lo que terminará por sepultar una industria de valor agregado. Se estima que en agosto será el último mes en donde partirán barcos hacia el viejo continente.
Respecto de EE.UU., el Gobierno busca un acercamiento para abrir un cupo de exportación entre las 500.000 toneladas a 700.000 toneladas, con arancel cero. Pero la industria pide abrir un panel en la Organización Mundial de Comercio ( OMC) y de esa forma iniciar un canal de diálogo.
POR MERINO SOTO
FUENTE: DIARIO BAE