La Argentina cuenta con un cluster sojero de clase mundial: el cultivo, una industria para procesarla y la logística adecuada para transportarla. No obstante, no nos tenemos que olvidar que nuestros clientes quieren que todo ese proceso sea sustentable.
La nueva edición del congreso sobre biocombustibles World Fuel Market, que se realizó entre el 16 y 18 de marzo en la ciudad belga de Bruselas, y al que asistí invitado por la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa, se desarrolló en un clima de gran incertidumbre.Es que la crisis económica-financiera y la baja de precio del petróleo ha provocado ciertas dudas sobre cómo será el negocio de los biocombustibles este año.
Lo que sí cada vez queda más claro es la necesidad de consumo que se genera a futuro en función de los distintos cortes obligatorios, que en breve entrarán en vigencia. A esto hay que agregarle que muchos países asiáticos se siguen sumando al negocio de los biocombustibles a través de los cortes obligatorios, dato importante a la hora de generar estrategias a largo plazo porque puede haber allí alguna posibilidad de negocio.
La gran mirada para la Argentina, sin embargo, está centrada en lo que pasa en Europa. Es allí donde están volcadas la esperanzas de negocio del biodiésel argentino.
La tarea parece que no será nada fácil. Los países europeos demandarán biodiésel en los próximos años y saben que nuestro país podrá ser un importante proveedor. No hay que olvidarse, en este sentido, que si bien la Argentina aparece como el principal proveedor de biodiesel en base a soja, Europa importa hoy a precios muy competitivos biodiésel en base a aceite de palma. Quiero decir con esto que el biodiésel argentino tendrá que competir con el biodiésel de Malasia. Tendremos que competir y no es un dato menor a la hora de generar estrategias y negocios a largo plazo También es verdad que la Comisión Europea (CE) exige un mix de importación de biodiésel que provenga de distintas materias primas.
A mediados de marzo, la CE ha implementado, aunque todavía faltan algunas firmas, la Directiva de Uso de Energías Renovables, en la que se incluye la soja como una de las materias primas posibles.
La CE está finalizando las correcciones legales del borrador de dicha Directiva, y la versión final debería ser adoptada por el Consejo de Ministros de Energía. Luego, se publicaría en el Boletín Oficial a comienzos de mayo, y la entrada en vigor sería en noviembre de 2010.
Para junio de 2009, los estados miembros deberán remitir a la CE sus planes nacionales de uso de biocombustibles, que deberán incluir cifras de producción e importación. Y no sólo cuánto se produce, sino de qué forma se produce, es decir, cuál es el impacto de los biocombustibles sobre la sustentabilidad del sistema de producción.
No es mi intención en este momento volver sobre la discusión sobre qué significa ser sostenible.
Agustín Bianchini (representante de Aapresid) en su excelente presentación sobre Agricultura Certificada durante el World Fuel Market sostuvo que “cualquier proceso productivo en forma sistémica provoca un cambio en la sustentabilidad del sistema”.
Entiendo no sería conveniente hablar de sí es sustentable o no, pero sí podríamos manifestar que un determinado “sistema de producción” provoca el menor impacto posible sobre el ambiente tanto biológico como social. El proyecto Agricultura Certificada de Aapresid, en este sentido, es una firme realidad en la búsqueda de generar sistemas de producción con el menor impacto posible sobre el ambiente entendido en forma amplia.
La Agricultura Certificada es vista con muy buenos ojos por organismos no gubernamentales como la Mesa Redonda de Soja Responsable, Mesa de Biocombustibles Sustentable, y la Alianza Internacional de Productores de Soja.
La Argentina cuenta con un cluster sojero de clase mundial: el cultivo, una industria para procesarla y la logística adecuada para transportarla. No obstante, no nos tenemos que olvidar que nuestros clientes quieren que todo ese proceso sea sustentable.
La otra buena noticia es que, también, tenemos Agricultura Certificada (Aapresid). Un proyecto transformado en realidad a partir del conocimiento local. Un conocimiento de los mejores a nivel mundial. Sin embargo, tampoco debemos olvidarnos que para que todo ese valor sea reconocido por el cliente debemos funcionar como un sistema, con bajos costos de transacción, apalancado en la acción colectiva de todos los agentes que intervienen en el negocio. No dejemos pasar una nueva oportunidad.
Ing Sebastian Senesi
Subdirector del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires/Especial para Infocampo
Fuente: Infocampo