Etanol brasileño ganaría espacios con Obama.
Debido a la simpatía que ha mostrado Barack Obama por las causas ambientales, Estados Unidos puede convertirse en un patrocinador de las energías renovables.
Entre los compromisos de Obama estan la reducción de las emisiones de carbono en un 80% hacia el año 2050.
Brasilia
El etanol brasileño podría ganar estímulo y espacio en el mercado estadounidense durante el gobierno de Barack Obama, que ya se mostró afecto a las causas ambientales. Con eso, Estados Unidos puede convertirse en un patrocinador de las energías renovables.
Como se recordará, entre los compromisos de campaña de Obama estaban la reducción de las emisiones de carbono en un 80% hacia el año 2050, la disminución de la dependencia de las importaciones de petróleo, el desarrollo e implementación de tecnologías de energía limpia y hacer de Estados Unidos un líder en materia de cambio climático.
La principal economía del planeta tiene como meta consumir 136 billones de litros de etanol en 2022. El consumo actual es de 30 billones (contra 25 billones en Brasil). “Si Obama mantiene esas metas de consumo de etanol, puede ser que considere necesaria la complementación del mercado americano con importaciones y, en ese caso, la expectativa es de que aceptaría reducir, por un cierto volumen de exportación, la tarifa aplicada hoy sobre el etanol brasileño”, afirma el director general del Instituto Icone de Estudios del Comercio y Negociaciones Internacionales, André Nassar.
Hoy en día, Estados Unidos aplica una tarifa de US$ 0,54 por galón de alcohol brasileño, lo que inhibe la entrada del producto en aquel país.
Menos emisiones
Nassar cree que la preocupación de Obama por una mayor eficiencia energética también podría traducirse en la participación de Estados Unidos en el Protocolo post-Kioto y en un nuevo mecanismo de desarrollo limpio para el comercio de carbono, con adopción de metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. “Los americanos tienen una matriz energética muy pesada en términos de emisión de CO2. Si ellos tuvieran que limpiar esa matriz, eso tendería a abrir oportunidades para Brasil, sobre todo en el etanol, que es nuestra principal fuente de energía renovable exportable”, resalta.
Además de vender más etanol a Estados Unidos, Brasil podría atraer inversiones de ese país en materia de energía limpia y también desarrollar asociaciones en transferencia, investigación y desarrollo de tecnología.
Barreras
En cuanto al mito del proteccionismo demócrata y lo que eso puede representar para la agroindustria brasileña, Nassar afirma que los subsidios concedidos y cuestionados por Brasil están definidos en la Ley Agrícola estadounidense, la llamada Farm Bill, y varían de acuerdo con los precios en el mercado internacional. La ley actual fue aprobada a mediados del año pasado y tendrá vigencia hasta el 2013. “En términos de política agrícola y subsidios para granos, la llegada de Obama no cambia nada. Es lo que la ley define y punto”, resume Nassar.
El especialista advierte que durante el gobierno del demócrata Bill Clinton, especialmente en los años 98 y 99, los precios cayeron mucho y el mandatario fue presionado por el Congreso para conceder subsidios complementarios al sector agrícola. Eso, según Nasser, podría acontecer nuevamente, pero es poco probable. “El déficit americano nunca fue tan grande y los momentos en que ellos “super subsidiaron” al sector agrícola coinciden con momentos de menor déficit. Creo que, si los productores presionaran a Obama, que pidan más de lo que está estipulado en la Ley Agrícola, no lo van a conseguir.”
Fuente: América Economía