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“Kuera” es el nombre de la iniciativa que participará de una licitación nacional. La misma prevé la construcción de una planta que generaría electricidad a partir de los residuos forestales. Estaría ubicada en Santo Tomé y satisfacería la demanda total de esa ciudad.
Millonario proyecto correntino para generar energías renovables .
“Todos están encantados. Los productores forestales, los industriales de la madera, las autoridades locales y las provinciales, los vecinos de Santo Tomé. Es que para la ciudad habrá un antes y un después de la instalación de esta planta”. Entusiasmado, Julián Cristiá, no para de mostrar el proyecto “Kuera”, esa iniciativa surgida desde emprendedores correntinos para construir una planta de generación de energía, en el poblado ubicado sobre la costa del río Uruguay, a partir de la siempre abundante biomasa forestal. Y la apuesta no es menor: generaría entre 15 y 20 MW, suficiente para abastecer de electricidad a la totalidad del municipio (incluidas las fábricas) y aportar también para Gobernador Virasoro y La Cruz. La inversión tampoco es mínima: 40 millones de dólares.
Para agosto está prevista una nueva licitación del Gobierno nacional, abierta a las empresas interesadas en la generación de energía eléctrica sustentable y renovable. Es decir, “energía limpia”.
De acuerdo a lo señalado por el Gobierno nacional en el anticipo de la convocatoria, los interesados que resulten adjudicados (se descuenta que Kuera superará la selección porque se presume que las presentaciones no alcanzarán al tope establecido por la licitación) tendrán un plazo de hasta 30 meses para la construcción de las plantas. La energía generada deberá estar disponible en el sistema interconectado para mediados de 2.020.
Si bien siempre es importante (importantísimo) una inversión de estas características en nuestra provincia, que la iniciativa surja de empresarios correntinos para volcarla en suelo del Taragüí es más que destacable. Y es de esperar que esta decisión sea contagiosa.
El proyecto en sí tiene demasiados beneficios y prácticamente nulos perjuicios. En primer lugar, generará energía limpia, renovable y sustentable para toda la ciudad (hoy consume unos 11 MW) y el excedente se volcaría a la red para ayudar en el abastecimiento de Virasoro y La Cruz. Además, demandará unos cincuenta puestos laborales permanentes en la planta y unos 300 en forma indirecta. Y tendrá un notable impacto en la producción e industrialización forestal de la cuenca y en las empresas relacionadas al sector (mejorará la logística, las condiciones de comercialización, las cosechas y generará nuevos emprendimientos como talleres y fletes, entre otros).
Una de las formas limpias de obtener la energía es, precisamente, a partir de las plantas que utilizan la biomasa. En este caso, la forestal. Corrientes es la provincia con mayor superficie de bosques implantados del país: unas 500 mil hectáreas. De ese total, 300 mil hectáreas forestadas se encuentran en la cuenca comprendida por los departamentos Santo Tomé e Ituzaingó.
El otro aspecto fundamental a destacar es que consumirá como materia prima los residuos forestales de las plantaciones y los aserraderos de la zona, los mismos que hoy se queman a cielo abierto y producen contaminación.
“Tenemos acuerdos firmados con productores y con los dueños de los aserraderos. La planta no sólo consumirá los desechos de sus campos e industrias sino que, además, les generará ingresos extras”, analizó Cristiá.
El joven empresario destacó el importante provecho ambiental que significará para la zona. “En los campos, la parte de los árboles que no se vende a los aserraderos (la parte fina superior de los troncos, el ramerio y lo producido en los raleos) se los quema o se los deja allí y se descompone, lo que genera metano, un gas tóxico de gran impacto en el efecto invernadero. Estos residuos serán parte de la materia prima de la planta que el único gas que producirá será dióxido de carbono que, en el balance, se compensará con el oxígeno que generan los árboles al crecer”, apuntó.
La planta también consumirá los residuos de las industrias de la zona; es decir, las cortezas, el aserrín y los costaneros de la madera aserrada.
En total, para generar energía firme y constante, la planta consumirá unas 200 mil toneladas de madera por año.
“El proyecto nació con la idea de ser sustentable, de hacerle un bien al medio ambiente, de mejorar las condiciones, hacerlo amigable”, resumió Cristiá.
Si bien en Argentina es novedosa la aplicación de las más modernas tecnologías en plantas de generación de energía a partir de la biomasa, en los países más desarrollados desde hace décadas se lo utiliza. “Dinamarca convirtió todas sus centrales térmicas. Antes quemaban combustibles fósiles, carbono. Ahora, en las mismas plantas, que fueron transformadas, utilizan maderas. Ese país es uno de los mayores importadores de chips y pellets. Es que se trata de la energía que el mundo está adoptando para corregir los problemas ambientales”, agregó el empresario correntino.
“Todos están encantados”. Cristiá reiteró la frase con la que inició el diálogo con época. “Donde vamos y presentamos el proyecto, encontramos muy buena predisposición para que se concrete. Es sorprendente el respaldo, tanto de empresarios como de los funcionarios de Santo Tomé, de la Provincia y de la Nación”, apuntó.
El proyecto está en marcha … ojalá otros empresarios correntinos hagan una apuesta similar.
Por gustavo Gamboa
Fuente: Diario Epoca