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El arancel de importación es desde el 2013 del 24,6%. Ese año, la CE accionó frente a una denuncia por dumping. Pero la OMC falló en contra. Preocupan los EE.UU.
Los exportadores de biodiésel argentinos están cerca de festejar una victoria y recuperar el mercado europeo que perdieron en 2013, luego de que el viejo continente estableciera derechos antidumping del 24,6% hasta que finalizara la investigación en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Una vez conocido el fallo del organismo multilateral, el año pasado, favorable a la Argentina, la Comisión Europea (CE) diseñó una propuesta de reducción drástica de los aranceles que los llevaría a un promedio de 8%, de acuerdo con el borrador distribuido por la entidad entre funcionarios del Gobierno, los exportadores y los países europeos.
Este esquema, que discrimina el arancel según la compañía y que también incluye a las empresas de Indonesia, será discutido por los países del bloque a fin de mes y si la votación resulta favorable, la CE aplicará los nuevos derechos a partir del 10 de agosto, luego de que salga publicada la disposición en el Boletín Oficial.
Si algunos países se opusieran, la comisión se tomará un mes más para rediseñar la propuesta y convocar a una nueva votación. Pero el Gobierno argentino y los exportadores ya le hicieron llegar a Europa su adhesión al borrador actual. «No vamos a aceptar aranceles mayores a los propuestos ahora», dijo a El Cronista una fuente que sigue de cerca la negociación.
De acuerdo con el paper, la empresa más beneficiada sería Dreyfus, con un arancel de importación de 4,5%; seguida por Molinos Río de la Plata, Oleaginosa Moreno y Aceitera Vicentín, con el 6,8%. Aceitera General Deheza podrá ingresar al mercado europeo con un derecho del 10,6%, al igual que Bunge y otras compañías.
Con estos nuevos valores, podría volver a ser competitivo exportar a Europa. Según analizan en el sector, «dependerá de las condiciones de mercado, pero es muy probable que se recupere ese destino de exportación». La Argentina vendió biodiésel al viejo continente hasta 2013, cuando se fijaron los derechos del 24,6%. Hasta ese año, el país colocaba 1,8 millón de toneladas, de las cuales prácticamente la mitad iba destinado a España.
¿Batalla perdida?
Mientras el Gobierno y las empresas del sector festejan lo que ya es casi un hecho con el mercado europeo, miran con especial preocupación lo que ocurrirá a fin de agosto con la plaza norteamericana, hoy el principal destino de exportación de biodiésel. Ante un pedido de una cámara empresaria que nuclea a productores del combustible de ese país, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos inició en abril una investigación por supuesto ingreso de biodiésel argentino a ese mercado a precios bajos por subsidios recibidos por la industria en el país.
Pese a los reclamos de la Argentina y sus argumentos contrarios a la denuncia basados en el antecedente del fallo de la OMC por el caso europeo, EE.UU. siguió con la investigación y se especula con que el 21 de agosto podría aplicar derechos de importación provisorios en torno al 20% que sacarían a la Argentina del mercado. A diferencia de Europa, el gobierno de Mauricio Macri recién podría recurrir al organismo multilateral una vez que esos aranceles sean confirmados, en marzo del 2018.
«La demanda sobre supuesto dumping no cuenta con evidencias y sus argumentos ya han sido rechazados por tribunales internacionales. La OMC falló en favor de Argentina el año pasado, tanto en primera instancia como en apelación, contra una medida antidumping similar a la que ahora pretende la industria del biodiésel estadounidense impuesta por la Unión Europea», había planteado oportunamente la Cancillería.
Durante 2016, las ventas alcanzaron los u$s 1240 millones, que representó el 90% del total, por lo que la pérdida de este mercado representaría una pésima noticia para la industria local, que igualmente espera poder compensarlo con la apertura de la plaza europea.
Por Natalia Donato
Fuente: El Cronista