#Agroindustria #Biodiesel #Argentina Después de los #limones, Argentina espera un gesto de Estados Unidos por el biodiésel.
La administración Trump decidirá si avanza con sanciones contra la producción local la semana próxima. El Gobierno no tiene ninguna garantía, pero los empresarios del país son optimistas. Mientras tanto, las exportaciones se frenaron. El complicado antecedente europeo.
Los limones argentinos volverán a entrar a Estados Unidos después de más de quince años a partir del próximo 26 de mayo. La carne argentina, que no ingresa desde 2001, cumple los últimos pasos fitosanitarios para volver a tierra norteamericana. Pero el futuro de la principal exportación argentina a ese país todavía es incierto.
El biodiésel a base de soja argentino enfrenta una denuncia por supuesto dumping y subsidios en Estados Unidos que frena operaciones. Penden de un hilo exportaciones a ese país por más de 1000 millones de dólares.
La semana pasada, durante la cálida visita oficial del presidente Mauricio Macri y parte de su Gabinete a la Casa Blanca, los ministros del área económica se trajeron consigo el compromiso de la administración Donald Trump de destrabar el ingreso de limones. Se trata de una gran noticia para la economía regional de Tucumán, que concentra las ventas de ese cítrico. Ayer, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos oficializó el permiso, aunque con restricciones: el limón argentino solo podrá ingresar al área noreste de ese país.
Pero los funcionarios estadounidenses fueron más distantes con el biocombustible. Palabras más o menos, repitieron que hay una investigación en curso y que una comisión independiente definirá la semana próxima si avanza o no con sanciones contra el país.
A fines de marzo, la cámara de productores de biocombustibles de Estados Unidos denunciaron que las exportaciones argentinas ingresaban a ese país a precio de dumping (es decir, más bajo que el valor de mercado) y acusaron al gobierno argentino de subsidiar a la producción local. El Departamento de Comercio y la Comisión de comercio Internacional de ese país iniciaron una investigación.
Según reconstruyó TN.com.ar de distintas fuentes del Gobierno y el sector privado, el próximo lunes 8, la comisión investigadora definirá si rechaza la acusación o si avanza con una pericia más profunda. Si ocurre esto último, Estados Unidos podría adoptar barreras arancelarias provisorias. Eso heriría de muerte a la exportación argentina.
Argentina exportó a Estados Unidos 1073 millones de dólares en biodiésel el año pasado. La cifra representó el 29 por ciento del total de las ventas a ese país. Prácticamente todos los envíos al exterior de ese combustible renovable fueron hacia Estados Unidos: se exportaron 1,63 millones de toneladas, de los cuales 1,5 millones llegaron al país del Norte.
El mercado se recuperó por la decisión estadounidense de avanzar hacia naftas que tengan una cuota de combustible renovable. Fue una medida similar a la que se adoptó en Argentina hace unos años. Eso disparó las compras de biodiésel por parte de las petroleras, tanto a proveedores etadounidenses como argentinos e indonesios.
Aun con la investigación en curso y sin sanciones contra Argentina, las ventas a Estados Unidos se paralizaron. «Se está embarcando el biodiésel que ya se había vendido, pero nadie hace nuevos negocios», dijo a TN.com.ar el ejecutivo de una empresa multinacional que vende el combustible desde Argentina. «Los embarques de este año venían a la par de los del año pasado, pero se va a ir cortando el flujo», agregó.
Las firmas locales y las multinacionales con plantas en el país activaron su defensa legal y el aceitado poder de lobby que tienen. Existen dos grandes empresas estadounidenses que, como exportan biodiésel argentino, defienden la posición local: Cargill y Dreyfus. Recibieron la misma respuesta que la que obtuvieron Macri y los ministros de Producción y Energía, Francisco Cabrera y Juan José Aranguren: hay un proceso burocrático independiente y la administración Trump no lo obstaculizará.
«Estamos confiados en nuestros argumentos», dijo Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio). «El de Estados Unidos es un mercado exigente, pero se fue abriendo y llegó a su pico el año pasado», continuó.
Según los exportadores, los argumentos de los empresarios estadounidense (empresas pequeñas y una gran productora que no opera en Argentina, ADM), son similares a los que emplearon años atrás en Europa para frenar el ingreso del producto argentino. En 2013, la Comunidad Europea trabó con barreras arancelarias el ingreso de biodiésel local. Argentina ganó procesos judiciales ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Corte europea.
De todos modos, fueron peleas largas y todavía no se terminaron. Según Carbio, el país podría volver a exportar biodiésel a Europa en el cuarto trimestre de este año, después de costosos cuatro años de parálisis.
Si el proceso estadounidense sigue ese rumbo, Argentina se enfrentará a una larga temporada con ese mercado cerrado.
Esteban Rafele
Fuente: Todo noticias