SAO PAULO (AFP) — La bioenergía y los combustibles renovables abren la puerta a una nueva época para la humanidad, auguraron este martes diversos participantes en la Conferencia Internacional sobre Biocombustibles que se realiza en Sao Paulo.

Con el desarrollo y la expansión del etanol y el biodiesel «creo que estamos en un cambio de paradigma, en un cambio de época para la humanidad», expresó este martes la mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal (Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas). Después de la era de los combustibles fósiles, ahora «es la era de la biomasa, con la humanidad desarrollando el tríptico de biodiversidad, biotecnología y biocombustibles», afirmó Bárcena.

El presidente del Worldwatch Institute, el estadounidense Christopher Flavin, en tanto, durante el debate sobre la cuestión climática, proclamó que es necesario un cambio profundo en la matriz energética mundial para reducir la emisiones de gases de efecto invernadero.

«Esta es una oportunidad fantástica para reinventar la agricultura, las técnicas de reforestación, crear una nueva industria, nuevos empleos», dijo, y aseguró que «Brasil debe asumir con India y China un papel de liderazgo en este proceso». «Brasil posee ya una industria fuerte en biocombustibles y puede mostrar, con su experiencia, los caminos para los países latinoamercianos, pero tiene condiciones también en convertirse en líder en otras fuentes de energías renovables como la eólica y la solar», apuntó Flavin.

El brasileño Fabio Feldmann, fundador de SOS Mata Atlántica, argumentó que la crisis financiera actual es una oportunidad para «rever la arquitectura de la economía mundial, pero también para incluir en la agenda las inversiones en energía renovable para que los países puedan combatir el calentamiento global».

La FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas), advirtió en un documento de que «el impacto de los biocombustibles en las emisiones de gases de efecto invernadero, varía en función de las materias primas usadas, el local, las prácticas agrícolas y la tecnología de conversión».

«El impacto más importante es el cambio en el uso de la tierra, por ejemplo, a través de la deforestación. Por eso la importancia de que la producción de biocombustibles obedezca a criterios que garanticen su sustantibilidad ambiental», añadió el documento de FAO distribuido en la conferencia.

Por otra parte, «la reducción de emisión de gases de efecto invernadero gracias al uso de los biocombustibles representan variaciones significativas. Las mayores reducciones son observadas con el etanol de caña de azúcar producido en Brasil y los bicoumbustibles de segunda generación», destacó. La FAO concluyó, sobre el punto, que «el etanol de caña de azúcar también está entre los biocombustibles con mayor eficiencia energética, o sea, que menos consume energía para su producción».

Brasil, segundo fabricante mundial de etanol, que lo extrae de la caña de azúcar (produjo 18.000 millones de litros y exportó 3.530 millones de litros en 2007), y Estados Unidos, que lo hace a partir del maíz, son los principales productores mundiales de ese biocombustible.

Oficialmente se pronostica que en 2011 Brasil aumentará un 73% la exportación de etanol (para alcanzar 6.100 millones de litros) y el consumo interno en un 50%. La exportación de 2008 debe llegar a 4.170 millones litros (+18%) y el consumo interno de etanol año debe ser de 18.760 millones de litros.

Fuente: AFP