Con la reglamentación de la Ley de Biocombustibles este artículo busca desandar un camino esclarecedor con los primeros ensayos vinculados a maquinaria agrícola.

Desde que se comenzó a hablar y a difundir el tema de los biocombustibles la pregunta recurrente por parte de productores y contratistas hacia el Inta se centra sobre el rendimiento y comportamiento en los actuales motores presentes en todas las máquinas agrícolas.

A lo largo de estos años se ha trabajado sobre varios tipos de motores logrando establecer el comportamiento con diferentes porcentajes de mezclas. Las definiciones por parte de las grandes terminales de motores fue lenta dado que requieren estar seguros en cuanto a la no aparición de inconvenientes en el largo uso de estos combustibles en las diferentes líneas de motores.

Otra de las condiciones que se esperó fue el establecimiento de normas técnicas que definieran con precisión las características de los biocombustibles con un especial interés en el biodiésel, ya que se aplica en los motores diésel, que son los que dominan el campo agropecuario.

A lo largo de los últimos cinco años la actividad técnica fue muy intensa y se lograron establecer las normas de referencia que hoy definen a un biodiésel a nivel nacional e internacional. A nivel nacional se encuentra la norma IRAM 6515-1 y a nivel internacional las de mayor difusión que se toman como referencia son la EN 14214 y la ASTM D 6751. Todas estas normas son de referencia y no poseen carácter de obligatoriedad si no son tomadas por la legislación de cada país. En el caso de la  Argentina la última norma establecida que fija características para el biodiésel es la 1283/2006 de septiembre del año pasado. Sobre la base de estas definiciones las fábricas comenzaron a emitir autorizaciones para sus diferentes líneas de motores admitiendo porcentajes de biodiésel en las mezclas en forma creciente. Este trabajo aún no ha finalizado y continúan los estudios para incrementar los porcentajes de mezcla con el tradicional gasoil.

Otros de los interrogantes de los usuarios han sido el comportamiento y la autorización de empleo en los motores de última generación «common rail». En este último sentido, la SisuDiésel, uno de los principales fabricantes de motores destinados a tractores agrícolas, acaba de emitir un comunicado anunciando que tras intensas pruebas está en condiciones de anunciar que los motores common rail de esta empresa pueden admitir mezclas de biodiésel hasta en un 20 %. De esta manera suben la restricción anterior de un 5 % y anuncian que de acuerdo con los próximos resultados de los actuales ensayos en curso este 20 % actual seguramente será incrementado.
Toda autorización de uso viene acompañada por las condiciones  técnicas, en el caso de la empresa SisuDiésel, del grupo Agco, restringe el uso en sus motores de biodiésel esterizado a que cumpla con las ya mencionadas normas EN 14214/ASTM D 6751.

En cuanto a consejos desde el punto de vista del mantenimiento, la empresa recomienda duplicar la intensidad de cambio de filtros de aceite y combustible cuando se empleen mezclas superiores al 5 %. También se establece la necesidad de dotar de un prefiltro adicional entre el tanque de combustible y el motor. Debido a que el biodiésel es más propenso a la absorción de agua es aconsejable intensificar la revisión de las trampas de agua.

Otras observaciones que no hacen al rendimiento, pero sí al manejo, establecen el cuidado que se debe tener en la carga del biodiésel, ya que ataca pinturas y gomas.

Nos encontramos frente a un panorama dinámico donde se está trabajando intensamente, por lo que encontraremos novedades en este rubro y habrá que mantenerse informado en forma permanente para asegurarse el uso de un combustible aprobado y que no traiga consecuencias negativas a nuestros motores.

Jorge Hilbert
Especial para Infocampo

Fuente: http://www.infocampo.com.ar/