biocombustibles

El biodiesel, afectado por la política fiscal

biodiesel-girasol-expoagroFoto: Fernando López King 

Mientras visitaban Europa para alentar la exportación del producto, industriales y funcionarios supieron de la suba de las retenciones.  

Como en marzo de 2006, cuando el cierre de las exportaciones de carne encontró a una delegación de empresas argentinas promoviendo ese producto en el exterior, la primera misión comercial de la flamante industria del biodiésel se encontró en Bruselas con una novedad impactante: las retenciones a los embarques del biocombustible pasaron del actual 5 al 20 por ciento. 

Entre el miércoles y ayer, quince empresas, entidades sectoriales y organismos públicos argentinos participaron en Bélgica del World Biofuels Markets 2008, congreso que reúne a representantes de más de 58 países y que es considerado el mayor encuentro de negocios del naciente sector de los biocombustibles. Esta es la primera vez que el Gobierno y las empresas argentinas salen al exterior a promover la exportación de biodiésel, producto en el que nuestro país comienza a ser actor mundial relevante.

Entre los objetivos que se fijó el grupo, que es coordinado por la Fundación Export.Ar, está el de convencer a los potenciales compradores de que nuestro país puede ser un proveedor confiable. Difícil tarea cuando desde Buenos Aires se envían noticias como la que dieron el secretario de Política Económica, Gastón Rossi, y su par de Agricultura, Javier de Urquiza: el biodiésel tributará retenciones como cualquier otro derivado de la soja. Hasta ahora, el Gobierno había fomentado la fabricación del biocombustible -que implica agregarle valor al aceite- con un derecho de exportación bajo. De hecho, ese diferencial de impuestos era el principal incentivo para exportar, dada la distorsión que existe actualmente en el mercado mundial por un subsidio que Estados Unidos paga a sus fabricantes y que hace que el valor del aceite de soja y el del biodiésel estén prácticamente iguales. Ahora, la fuerte suba de las retenciones también para este nuevo derivado de la soja aparece como un brusco cambio de dirección en la política oficial para el sector.

Actualmente, ocho industrias tienen autorización de la Secretaría de Energía para producir biodiésel y cinco más se inaugurarán en los próximos meses. En total, esas trece industrias demandaron una inversión total de alrededor de US$ 197 millones. «El primer avión que voló con biocombustible lo hizo en Europa y con una mezcla de aceite de babassú y otro a base de coco; pero el segundo fue un Pucará que despegó del aeropuerto de Córdoba con combustible a base de soja argentina», contó Marcelo Elizondo, director de Export.Ar, antes de viajar, para graficar la potencialidad de esta nueva industria. Ahora tendrá que explicar la política oficial para la naciente industria del biodiésel.

Las empresas locales que participan del encuentro en Bruselas son Aceitera General Deheza (AGD), Biocombustibles y Energías Alternativas ALS SA, Industrias Metalúrgicas Pescarmona SACIF, Patagonia Bionergía SA, Siemmens SA, Unitec Bio SA y Viluco SA. También están representadas la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), la agencia de promoción de exportaciones Procórdoba, la Cámara Argentina de Biocombustibles, la Asociación Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar), el Mercado a Término de Buenos Aires SA (Matba), la provincia de Chubut, la Secretaría de Agricultura de la Nación y la Agencia de Promoción de Inversiones de la provincia de Buenos Aires.

En la Argentina ya se producen 604.000 toneladas anuales de biodiésel. Según estimaciones de la Secretaría de Agricultura, ese volumen podría trepar hasta 1,5 millones de toneladas anuales para 2010.

Por José Crettaz
De la Redacción de LA NACION

Fuente: La Nación

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