Los biocombustibles y la demanda asiática son las fortalezas del comercio actual. Los “forward”, otra clave.
Siempre se destaca que el productor argentino hace muy buena agronomía aunque ésto no se repite al momento de armar estrategias comerciales.
En el décimo tercer Seminario de Comercialización de AACREA, realizado esta semana en la Bolsa de Cereales de Buenos, se trató sobre las ventajas que generan las coberturas de precios agrícolas, así como también se analizó por qué se mantiene latente, dentro de un contexto mundial, la oportunidad del maíz y la soja argentina.
Carlos Pouillier, especialista en mercados agropecuarios del área de Investigación y Desarrollo de AACREA, destacó que los biocombustibles y la demanda asiática son los factores estructurales de los mercados actuales. El especialista describió la evolución de los biocombustibles en los últimos años. Afirmó que en el año 2003 el mundo produjo 593 millones de toneladas de maíz y destinó un 8% de ese volumen para elaborar bioetanol mientras que en 2010 la cosecha global de maíz fue de 820 millones de toneladas y el 18% de la misma se destinó a la elaboración del alcohol.
Por otra parte, la producción de biodiesel también creció. En el año 2005 el mundo produjo 222 millones de toneladas de soja y un 3% se dedicó a la elaboración de biodiésel, y cinco años después la cosecha mundial fue de 264 millones con un 11% para la producción de biocombustibles.
La demanda china es también otra fortaleza de los mercados. “China es el factor central de la demanda de commodities, con una economía que se sigue mostrando ágil y dinámica, y con tasas de crecimiento económico que se mantienen en torno al 10% anual”, indicó Pouillier. Y concluyó que la situación actual del país asiático que representa alrededor del 20% del consumo mundial de maíz, no tiene vuelta atrás.
Por otra parte, las estadísticas de AACREA, a las que hizo referencia Sebastían Salvaro, técnico de la entidad, durante su exposición, demuestran que solo los productores con mayor escala adoptan las coberturas en los mercados de futuros, sean locales o internacionales. Agregó que, en estos casos, el 90% realiza coberturas versus el 10% o 20% que llevan a cabo los productores chicos o medianos.
De acuerdo a estos resultados, entre las principales razones que los productores exponen para mantenerse al margen de esta herramienta, está la falta de conocimientos suficientes, o bien que las coberturas no son necesarias, o que operan con alternativas más simples y económicas.
Salvaro subrayó que, actualmente, la rentabilidad no solamente se obtiene con lograr altos rendimientos, y a partir de este concepto dijo: “La estrategia comercial de una empresa incluye criterios y decisiones que dan por resultado la mejor combinación que satisfaga las necesidades financieras, logísticas y de precios de las empresas”. Pero remarcó que el precio es prioritario para desarrollar una estrategia comercial, seguido por las cuestiones financieras, la logística y los impuestos. Luego mencionó: “Es fundamental resaltar la importancia del área comercial para el logro de los objetivos generales de las empresas. Para ello, el primer paso es cuantificar el valor agregado que esta área le otorga a los establecimientos”, señaló Salvaro. Es por ello que la clave reside en un buen equipo de trabajo y, si la empresa no lo tiene, manifestó el técnico, puede acudir a un equipo ya formado. “La escala no es un factor limitante para la adopción de estrategias comerciales”, concluyó el disertante.
FUENTE: DIARIO CLARION SUPLEMENTO RURAL