El programa empleado en la facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo permitirá medir el potencial energético de los residuos orgánicos generados en la producción agrícola.
El proyecto servirá como base de decisión para futuras inversiones en esta tecnología.
La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo cuenta con la primera planta experimental de biogas de la Argentina con fines de investigación, que permitirá medir el potencial energético de los residuos orgánicos.
“Los conocimientos en la producción de biogás se extienden principalmente sobre la aplicación de productos especialmente cultivados, como maíz o colza, y residuos orgánicos como el estiércol líquido”, explicó el responsable del proyecto, Peter Thomas.
El especialista aseguró que “el experimento se genera con residuos producidos por la propia fábrica que opera la facultad cuando convierte los productos agrícolas en alimentos para el mercado local: vinos, champán, néctar, pan de membrillo y mermeladas de frutas, salsas de tomate, aceite de olivas, entre otros”.
El digestor de la Planta Experimental de Biogás hecho de acero inoxidable, tiene un volumen de 1,3 metros cúbicos, y el material utilizado para el imput no se mezcla, sino que se investiga por separado.
Para garantizar el buen funcionamiento de la digestión por medio de microorganismos, el mismo digestor cuenta con el dispositivo de un agitador con un motor eléctrico. Un gasómetro de unos 15 metros cúbicos almacena el metano generado y previamente purificado mediante una trampa de agua y un filtro adecuado que alimenta a un termotanque.
El agua caliente resultante calefacciona las serpentinas incorporadas en la pared del fermentador para garantizar las condiciones térmicas deseadas dentro del mismo.
En tanto, el gas que no tendrá uso directo se incinera adecuadamente por medio de un quemador y convirtiendo el metano en Dióxido de Carbono.
Gracias al dispositivo de un detector o medidor de gases y compuestos, se realiza las observaciones fehacientes sobre el potencial energético de los componentes y la calidad de los gases producidos en relación al residuo orgánico elegido como material de input.
“Todavía no hay suficiente conocimiento sobre el potencial energético de los residuos orgánicos generados en la producción agrícola/agropecuaria y alimenticia de los oasis en el oeste Argentino para poder aplicar esta tecnología”, agregó Thomas.
En tal sentido, el especialista precisó que “los conocimientos y experiencias a esperar por medio de la Planta Piloto de Biogás para la facultad, servirán como base de decisión para futuras inversiones en esta tecnología”.
La gestión del proyecto de la Planta Experimental de Biogás está a cargo del Instituto de Ciencias Ambientales (ICA), y es impulsado por el Doctor Peter Thomas y el Doctor Oscar Papú.
Asimismo, el encargado técnico (por parte del INTI) es Stefan Budzinski, experto integrado de la cooperación alemana GIZ-CIM en Concepción del Uruguay.
El proyecto es financiado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la embajada de Alemania en Argentina y la Universidad Nacional de Cuyo.LOS ANDES.