El Director de la FAO, José Graziano da Silva pidió optimizar el uso de la tierra para biocombustibles.
Más fortalezas y oportunidades que debilidades y amenazas tiene la producción de biocombustibles en los países latinoamericanos.
Esto concluyó el director electo de la FAO, José Graziano da Silva, durante la conferencia que sobre el tema ofreció ayer en Corferias, durante Agroexpo.
Para el caso de Colombia, el director dijo que el país tiene potencial para la producción de materia prima, basado en la alta disponibilidad de tierras para cultivar y, además, la capacidad de la agroindustria de los biocombustibles.
Además, pidió del Gobierno atender –para esas zonas potenciales– el ordenamiento territorial y la producción agraria, pues uno de los riesgos es la falta de continuidad de las políticas de largo plazo.
En general, ese potencial se da también para todos los países latinoamericanos.
A su vez, frente a los combustibles fósiles, el impacto sobre el medio ambiente es notable en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro de los diagnósticos presentados por Graziano estuvo relacionado con el efecto de la tasa de cambio sobre la seguridad alimentaria, en la medida en que es –en buena parte– culpable del aumento de los precios y desestímulo a los productores locales, lo que genera inestabilidad en la oferta.
Por último, destacó que el impacto de los biocombustibles en la seguridad alimentaria dependerá de la estructura del mercado de productos básicos y del mercado energético y de las alternativas de políticas agrícolas, energéticas, medioambientales y de comercio.PORTAFOLIO.