Ministerio de Energía decidirá en 2011 el futuro de los biocombustibles en Chile, Francisca Orellana.
El Ministerio de Energía comenzó hace unos meses distintos estudios para ver la factibilidad de incorporar los biocombustibles a la matriz energética de Chile y disminuir así, su dependencia de combustibles fósiles. Estos resultados permitirán tomar una definición al respecto, a mediados de 2011.
El ministro de Energía, Ricardo Raineri, explicó que «estamos haciendo un trabajo de evaluación bastante acucioso, lo que va desde hacer un análisis del impacto que pueden tener los biocombustibles sobre el sector productivo de la economía, hasta las repercusiones ambientales, costos y beneficios que puedan tener a nivel local y global el uso de mezclas con, por ejemplo, bioetanol o biodiesel», indica.
Si el próximo año todos aquellos estudios resultan positivos, el ministro adelanta que ello «no necesariamente significa que se tenga que dar incentivos económicos especiales, porque, eventualmente, podría ser conveniente el uso como aditivos para gasolina, reemplazando el aditivo oxigenado». En cuanto a otros incentivos, como los tributarios, explica que «tenemos que tener los resultados para tomar las decisiones de política pública al respecto».
La posibilidad de que los biocombustibles sean principalmente de origen nacional, dependerá de los privados y cuán competitivos puedan ser en términos de costos, en relación con los externos.
El plan gubernamental es que, hacia 2020, el 20% de la matriz energética se sustente en energías renovables no convencionales.
Alto potencial del biodiesel
Diversas instituciones han fomentado la investigación para introducir biocombustibles en el país, desembolsando desde 2005 más de
$ 17 mil millones a través de consorcios tecnológicos u otros, en proyectos ligados a la generación de biodiesel a partir de cultivos agrícolas y de macro y micro algas. Sólo InnovaChile de Corfo ha destinado más de $ 13 mil millones, seguido por Fondef con $ 700 millones.
Para los expertos, el país tiene un alto potencial para desarrollarlos, al abrir no sólo un nuevo nicho de negocio al sector forestal, agrícola y agroindustrial -que revitalizaría a la economía local-, sino también porque mucho de los vegetales que se utilizan no compiten con suelos agrícolas al desarrollarse en zonas desérticas o en la costa chilena.
De hecho, las estimaciones del Ministerio de Agricultura indican que existirían cerca de 10 millones de toneladas de residuos silvoagropecuarios anuales que pueden ser destinados a la producción de biocombustibles sólidos, líquidos y gaseosos en el país.
Sin embargo, Roberto Santander, ingeniero Civil Mecánico de la Usach, advierte que «a pesar que el uso del biodiesel en otros países es materia resuelta desde un punto de vista técnico y operacional, en Chile el uso masivo de hasta un 5% de biodiesel presenta desafíos tecnológicos y operacionales que el país no tiene resueltos, entre ellos: infraestructura de laboratorios para evaluar la calidad de este combustible y asegurar sus especificaciones técnicas; seguimiento de la estabilidad del biodiesel, considerando que su oxidación prematura impacta negativamente en los motores; correlacionar la calidad de lo que se está producido en Chile, con diferentes materias primas, así como el desempeño mecánico y ambiental de motores de combustión interna que usan biodiesel».
FUENTE: DIARIO FINANCIERO ONLINE CHILE