Cierran nuevas ventas de aceite de soja a China. Bunge, Cargill y Nidera acordaron los primeros negocios desde que el país asiático decidió levantar la suspensión.Se reanudan embarques de aceite de soja argentina a China.
En menos de una semana, tres grandes productores de aceite de soja ya cerraron ventas con China por unas 120 mil toneladas, lo que equivale al dos por ciento del saldo exportable total de la Argentina. Son los primeros contratos que se anudan desde que el país asiático decidió rehabilitar las compras. En marzo pasado, China adujo razones sanitarias para clausurar la demanda, un motivo que a la luz de los acontecimientos ha quedado claramente desestimado.
El pasado martes, China confirmó su intención de volver a adquirir aceite de soja argentino; según fuentes de primer nivel de la industria aceitera, Bunge, Cargill y Nidera ya vendieron entre 100 mil y 120 mil toneladas. En los próximos días también cerrarían operaciones la cordobesa Aceitera General Deheza (AGD) y el Grupo Noble.
De acuerdo con cifras de la Bolsa de Cereales de Rosario, la producción estimada de aceite de soja es de 7,5 millones de toneladas, con un saldo exportable de 5,8 millones, cifra que incluye la producción de biodiésel.
El valor FOB promedio del producto es de 895 dólares, lo que arroja ingresos por exportaciones de 5.191 millones de la moneda estadounidense. En concepto de retenciones, el Estado obtiene 1.453 millones de dólares.
Para dejar de comprar, en el primer trimestre del año China argumentó que el aceite de soja argentino superaba el límite máximo de 100 partes por millón de residuos de hexano, medida que fue rechazada de plano por las exportadoras argentinas agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
“Argentina vende bajo condiciones de calidad acordes con el estándar mundial”, dijo en su momento la entidad. “El aceite de soja crudo desgomado no es un producto de consumo humano directo y necesariamente debe ser sometido a refinamiento, que lo convierte en apto para consumo”, se defendió Ciara.
Caído el mercado chino, los embarques se destinaron a terceros compradores, como la India, aunque a un valor unos 50 dólares por tonelada inferior a los que pagaba China, y también a la producción de biodiésel.
Un tema pendiente de resolver tras la novedad de que China vuelve a comprar es cuáles serán los volúmenes que podrá manejar la Argentina en ese contexto. A los stocks de soja disponibles para la molienda hay que agregar un cambio importante: por una resolución de la Secretaría de Energía de la Nación aumentó del cinco al siete por ciento la cantidad del biodiésel que debe agregársele al combustible fósil gasoil en volumen.
Además, entre fines de este año y principios de 2011, el nivel de mezcla podría ser elevado del siete al 10 por ciento, puesto que el objetivo final del Gobierno es dejar de importar un millón de toneladas de diésel.
La llegada de nuevas inversiones al segmento de los biocombustibles disminuirá en algo la presión sobre las exportadoras de aceite de soja, pero igualmente el escenario con el que se moverá el mercado tendrá ciertas diferencias respecto del que dejó China cuando paralizó de motu proprio la demanda.
FUENTE: LA VOZ DEL INTERIOR/CORDOBA/ARGENTINA