biocarburantes

Jatropha, todavía mucho por probar

argentina-jatropha-bio-diesAlgunos atributos, como la resistencia a enfermedades, no han sido validados. 

En los últimos meses comenzó a señalarse el potencial de diferentes regiones del país como productoras de biocombustibles. En ese contexto, el cultivo de jatropha, una planta hasta hace un tiempo desconocida, comenzó a tener difusión.

Sin embargo, las predicciones de productividad parecen ignorar los resultados de las plantaciones realizadas durante la década de 1990 en África, cuya mayor parte ha sido abandonada debido a las bajas productividades y los elevados costos de mano de obra.

Aunque jatropha curcas es una planta arbustiva originaria de Sudamérica, en la actualidad se la encuentra en muchas regiones tropicales y subtropicales de África y de Asia. Debido a la toxicidad de sus hojas, la jatropha ha sido utilizada para proteger los bordes de casas y lotes agrícolas.

Por el mismo motivo, el aceite que produce no es comestible. Su uso tradicional se reserva a la elaboración de jabón y aplicaciones medicinales. Además, su aceite es apropiado para otros usos industriales y como fuente de energía.

La popularidad de la jatropha se fundamenta en un gran número de ventajas. Lamentablemente, muy pocas tienen sustento científico. Las bondades que se le han asignado están basadas en la combinación incorrecta de características positivas, las cuales no se encuentran necesariamente en todas las circunstancias.

Sobre la jatropha se dice que:

Recupera suelos marginales.

Presenta una elevada eficiencia en el uso del agua.

Requiere pocos nutrientes.

Es un cultivo energético.

Las semillas tienen un alto contenido de aceite.

Tiene un rendimiento de aceite elevado.

Su aceite es de excelente calidad.

Requiere poco trabajo.

No compite con la producción de alimento.

Es tolerante o resistente a plagas y enfermedades.

Recuperación de suelos marginales. En condiciones de semi-aridez, jatropha curcas tiene la posibilidad de recuperar suelos mediante la exploración del sistema radicular. Esto resulta en el reciclaje de nutrientes desde horizontes profundos del suelo. Además, el sombreado del suelo reduce los riesgos de erosión y desertificación.

Aunque estos efectos positivos fueron probados, no ocurrió lo mismo con la producción de aceite. En estas condiciones, no se ha demostrado que el cultivo de jatropha sea comercialmente viable.

Elevada eficiencia en el uso del agua. Aunque puede ser considerada una especie tolerante a la sequía, es muy poco lo que se conoce sobre su eficiencia en el uso del agua. Se realizaron estudios para otras especies del género jatropha (pandurifolia y gossypifolia). Los resultados muestran valores de eficiencia en el uso del agua similares a los de otros cultivos oleaginosos, como soja y palma.

Requerimiento bajo de nutrientes. La fertilidad del suelo limita el crecimiento y la productividad del cultivo de jatropha. En la fase inicial, luego de la plantación, no hay competencia por nutrientes. El crecimiento de las plantas tiene como consecuencia el establecimiento de relaciones de competencia entre las plantas por radiación, agua y nutrientes. En esta fase, la fertilización de jatropha curcas permite un incremento de los rendimientos en un 100 por ciento.

Jatropha como cultivo energético. El potencial de producción anual de aceite (1.800 litros por hectárea) de jatropha curcas es elevado con respecto a los valores de otras oleaginosas como soja (375 litros) o girasol (800 litros), aunque estos valores pueden aumentar en el caso de más de un cultivo por año. Uno de los aspectos competitivos de la jatropha es el crecimiento perenne (con sus efectos positivos sobre la conservación del suelo) y un índice de cosecha relativamente elevado para semilla (0,35) y aceite (0,1).

Escaso requerimiento de mano de obra. No hay trabajos que respalden esta afirmación. La preparación del suelo, plantación, fertilización, poda, cosecha y procesamiento requieren mano de obra. En esta situación, los costos laborales son especialmente importantes durante el primer año de establecimiento del cultivo y se incrementan en los posteriores. La necesidad de mano de obra es escasa cuando la jatropha es utilizada exclusivamente para combatir la desertificación, conservar el agua del suelo y prevenir la erosión. Entonces no se requiere del mantenimiento, cosecha y procesamiento del cultivo.

Competencia con la producción de alimentos. El impacto de la conversión de superficie dedicada a la producción de alimentos a jatropha no puede predecirse. Sin embargo, puede afirmarse que aunque el aceite de jatropha no es comestible, existe competencia por el uso de los recursos con los cultivos proveedores de alimentos.

Tolerancia o resistencia a plagas y enfermedades. Esta característica está basada en la observación de árboles solitarios, no habiendo sido confirmada en plantaciones. Aunque su toxicidad puede suprimir los efectos dañinos de algunos predadores, su efecto no es total. En plantaciones bajo condiciones húmedas, se han registrado serios problemas con hongos, virus o ataques de insectos. Las enfermedades observadas son Podredumbre del pie, causada por Macropphomina phaseolina o Rhizoctonia bataticola en las etapas juveniles, o durante una inundación en las adultas; Manchas foliares (producidas por Cercospora jatrophae-curcas, Helminthosporium tetramera o Pestalotiopsis spp.) y damping-off (Phytophtora spp.).

Ensayos y planificación. Este breve resumen no busca desalentar la producción de biocombustibles. La sequía ha motivado la planificación de cambios en la estructura de las explotaciones. Ante esta situación, la diversificación de las actividades es una estrategia que ha demostrado incrementar la resiliencia de los sistemas agropecuarios.

Sin embargo, la introducción de cultivos es una empresa seria, que requiere de conocimiento previo, más aún en el caso de uno perenne como la jatropha. Es entonces recomendable realizar ensayos que permitan conocer la adaptación de las especies introducidas a las condiciones locales y planificar la economía del ciclo productivo con suficiente anticipación.

Ariel David Zajdband
Ingeniero agrónomo
zajdband@agro.uba.ar

El autor es becario del Conicet y docente de la Facultad de Agronomía de la UBA.

Fuente: La Voz del Interior

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