#Bioeconomia #Agroindustria El Gobierno argentino considerará revisar el esquema de #retenciones vigente para algunos derivados de la #soja.
Se comprometió a revisar el esquema vigente de retenciones para la exportación de derivados de la soja, debido a las quejas de los empresarios 3pymes del sector que se dedican al #extrusado de la oleaginosa para producir «#expeller».
Ese subproducto tributa 27% de derecho de exportación, como la #harina y el #aceite, pero sus productores no logran venderlo al exterior debido a la estructura impositiva vigente.
La situación fue debatida por unos 40 asistentes a la segunda Mesa Nacional de Extrusoras, que fue convocada por el Ministerio de Agroindustria en la sede del INTA Marcos Juárez, en Córdoba.
El secretario de Agregado de Valor, Néstor Roulet, se comprometió allí estudiar los planteos de ese sector e incluso deslizó la posibilidad de que se podría reducir a 20% las retenciones sobre el expeller de soja, según revelaron a Télam empresarios que participaron de la reunión.
Una decisión en tal sentido no alteraría el cronograma general de reducción de las retenciones de soja y sus derivados que fue fijado por decreto del presidente Mauricio Macri hace varias semanas.
Ese derroterro contempla que las retenciones del poroto (actualmente de 30%) y sus subproductos (27%) irán bajando de a medio punto porcentual por mes a partir de enero de 2018.
Si prospera la propuesta de los extrusores, solo los expeller pasarían a tener una alícuota diferente, como ya sucede con otro derivado lejano de la soja, el biodiesel, que tributa menos del 10%.
En la Argentina conviven, desde hace unos años, dos modelos dedicados a la industrialización de la soja. Uno de ellos es el de las grandes industrias aceiteras, que muelen grandes cantidades del poroto y utilizan un solvente para obtener un mayor porcentaje de aceite.
El residuo de esa actividad es la harina o los pellets de soja, el principal producto de exportación de la Argentina.
El otro esquema es realizado por unas 400 pequeñas y medianas empresas que desde hace una década instalan pequeñas plantas de extrusado por todo el interior del país.
En este caso la soja recibe un procesamiento mecánico, la producción de aceite se reduce y el subproducto que se obtiene es el expeller, que tiene características nutricionales algo diferentes.
Esas características son las que provocan que el producto haya tenido un rápido desarrollo en el mercado interno, en especial a partir de la mayor demanda desde sectores productores de carne y leche, que ya demandan unas tres millones de toneladas anuales de expeller.
Empero, ninguna de las pymes pudo realizar jamás una exportación de ese subproducto, debido a la persistencia de altas retenciones y a una inconsistencia normativa, que consiste en que los derechos de exportación sean fijados a partir de un valor FOB Oficial que es calculado en base a los costos y precios de las grandes industrias instaladas en torno a Rosario.
En decenas de cartas idénticas que fueron firmadas por las extrusoras y presentadas hoy a los funcionarios de Agroindustria, este sector explicó: “Por estar alejada de puerto nuestras plantas nos dan una ubicación estratégica en la determinación de los costos de nuestras materias primas, que la aplicación de la Ley 21.453 (la que define la aplicación del Valor Fob Oficial) al expeller y al aceite neutraliza, por hacernos pagar retenciones sobre los precios fijados en puerto”.
Roulet también se comprometió a analizar esta situación, por cuanto las extrusoras denuncian que finalmente deben pagar retenciones efectivas mucho más elevadas (de hasta 60%) respecto del valor real de la mercadería.
Fuente: Télam