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Productores estadounidenses presentaron una ley para fijar subsidios al etanol

farm-progress-show-etanolEn el Farm Progress Show.
Ellos también fueron al Congreso.

Des Moines (Iowa). Camino al Farm Progress Show –este año en Boone, cerca de Huxley en el centro de Iowa– se observan lotes resembrados con soja en medio de los maíces todavía verdes, una opción obligada por los excesos de agua que sufrió en esta campaña el cinturón maicero sojero estadounidense. También hay zonas bajas en Illinois y Iowa, cercanas a la cuenca del Mississippi con bastante agua en superficie, incluso silos y otras estructuras seriamente afectadas.

Pero ahora la segunda cosecha de maíz de la historia sólo podría sumar un contratiempo más con las heladas tempranas del otoño; tanto el maíz como la soja vienen con el ciclo atrasado y la cosecha se demorará más de la cuenta. 

En un año conflictivo en la relación del Gobierno con el agro, más de medio millar de argentinos llegó en diferentes grupos (este enviado lo hizo en el que coordinan técnicos del Inta Manfredi y Coovaeco) para tomar contacto con las innovaciones de punta en biotecnología, cosechadoras, tractores y agricultura de precisión.

En rigor, a los argentinos se suman otros sudamericanos, especialmente brasileños, también productores de Bolivia, Uruguay (varios en el contingente de los cordobeses), Paraguay y Venezuela. Hay que contabilizar que Estados Unidos, Brasil y la Argentina son los tres mayores productores mundiales de soja y sus derivados, hoy con mayor demanda mundial para la producción de alimentos, pero también de biocombustibles.

Junto a los monstruos de la industria pueden verse las embolsadoras y extractores de granos que, por segundo año consecutivo, trajo la firma Richiger, de Sunchales. Mezclados entre los visitantes hay integrantes de otras firmas nacionales, caso Mainero, Vassalli, Akron, Cestari, Allochis.

Las embolsadoras plásticas de grano seco se inventaron en Estados Unidos pero el sistema fue optimizado en la Argentina, y en la última campaña se vendieron 220 mil bolsas (más de la tercera parte de la producción). «Ofrecemos nuestra calidad aunque la competitividad de años anteriores se fue perdiendo con un dólar deprimido e insumos que se incrementaron en dólares», dice a La Voz del Campo Gabriel Richiger.

En crecimiento

En Estados Unidos, la agricultura está en alza, motorizada por el etanol y debido a este boom la capacidad de almacenaje tradicional está empezando a escasear, agrega. Según calculan los productores, el próximo año se van a requerir 90,26 millones de toneladas de maíz para la producción de etanol; eso representa prácticamente el 30 por ciento del todo el maíz que produce Estados Unidos.

Sin que se haya zanjado el conflicto por las retenciones y la política agropecuaria, los chacareros no quieren perder de vista lo que pasa con los farmers: gracias al etanol, en Iowa se están convirtiendo en productores de leche y carne porque utilizan la proteína y el aceite para alimentar los rodeos (luego que se le quita el almidón al maíz para hacer combustible). De esta manera logran sustituir 40 por ciento de todo el maíz que se usaba para alimentación ganadera.

Pero la lección que puede servir es que llevaron al Congreso una ley para poner los subsidios en cabeza del etanol, viendo que el complejo del maíz se desplomaba con el petróleo por encima de los 100 dólares.

Maquinaria

Tras la recorrida por el Farm Progress Show, Mario Bragachini, del Inta Manfredi, observa como principal novedad en cosecha el sistema de zafe que inventó John Deere en el embocador, que frena y evita la entrada de piedras al cilindro, a lo que se agrega la transmisión totalmente hidrostática y mejoras en el cabezal maicero, alivianado con aluminio.

En pulverizadoras, destacó una en la que se ubicó el botalón al medio de la máquina con el propósito de dar mayor estabilidad al equipo de arrastre.

La competencia entre las grandes marcas es muy fuerte; en los últimos dos años Agco le birló más de una decena de ingenieros especialistas en cosecha a sus rivales (John Deere, Case, New Holland) con la idea de instalar nuevas patentes en un proyecto para duplicar su capacidad de producción (la inversión es de 30 millones de dólares).

“El futuro está en las plataformas de lona flexibles (no para maíz y girasol) porque son más livianas, manejan mucho más el material y aumentan la capacidad de trabajo”, destacó Norberto Herbener, otro técnico argentino que trabaja para Agco en Estados Unidos.

Agricultura. La industria biotecnológica ocupó grandes espacios donde estuvieron Monsanto, Syngenta, Pioneer, Bayer Cropsciences, con un ejército de técnicos y buen despliegue demostrativo con las propiedades de sus materiales.

El día previo a la apertura de la exposición, el grupo del Inta visitó uno de los campos de Monsanto en Illinois donde se trabaja en mejoramiento de maíz y ensayos regulados de eventos aún no aprobados tanto para el cereal como para soja.

Casi la totalidad de los eventos “apilados” en soja vendrán con una plataforma RR. El ingeniero Atila Deak encabezó la recorrida para mostrar el trabajo enfocado a tolerancia al herbicida Dicamba, las hight oil soybeans, que buscan aumentar 10 por ciento el rinde en aceite (para la industria del biodiésel) y las higt stearate soybeans, para grasas saturadas que no tienen colesterol.

“La idea de estos productos, como la soja Vistive III, que será parecida al aceite de oliva, pero más barata, es lanzarlos para el mercado de Estados Unidos, segregadas bajo contrato”, dijo Deak, que también mostró el mejoramiento en maíz y los nuevos eventos en gestación, caso el Smart Tax, con ocho genes, que prevén lanzar en 2011. Este año saldrá aprobado en Estados Unidos el maíz VT3 Pro, con cuatro genes estoqueados (RR, diabrotica más dos eventos para controlar diatraea).

Más eficiencia

Los productores se interesaron por los maíces que requerirán un 20 por ciento menos de agua (tolerancia a sequía) y que serán más eficientes en el uso del nitrógeno. Ambos atributos están siendo desarrollados para usar en zonas que tienen larga tradición en riego, como el estado de Nebraska o para aquellas que no se podría hacer maíz sin aplicar riego complementario. Será además un “seguro” para pasar con éxito los años secos.

Y la eficiencia en el uso de nitrógeno se explica por el lado de los costos (el insumo pasó de 450 dólares la tonelada en 2007 a mil dólares este año), pero también a neutralizar el daño ambiental en algunas especies marinas en el golfo de México, provocado por la sobre aplicación de nutrientes.

En el campo de Monsanto se están ensayando siembras de maíz con “hileras apareadas” en una disposición triangular que busca optimizar la distribución entre plantas en el lote, lo que técnicamente se llama “cambiar la arquitectura del cultivo” a favor de un aprovechamiento de nutrientes y radiación.

Carlos Pretoli enviado especial a Estados Unidos

Fuente: LA Voz del Interior

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