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Ricino, otra materia prima para obtener bioproductos

Con un ajuste fino de la fecha de siembra se pueden obtener 2.000 kilos por hectárea.

Rodrigo Pons (Especial)El desarrollo de nuevas fuentes de energía que complementen el uso del petróleo, tal el caso del  Biodiesel elaboradoa a partir de recursos renovables (aceites vegetales), le abre las puertas al cultivo del ricino.

En su crecimiento, primero se forma el tallo principal, que termina en una inflorescencia primaria. Luego se forman dos o tres ramas por debajo y se originan ramas secundarias y terciarias, con sus respectivas inflorescencias.

El número variable de inflorescencias por planta resulta de las condiciones de manejo del cultivo y puede conducir a una cosecha espaciada en el tiempo. Esta circunstancia conspira contra la mecanización de la cosecha. Una manera de dar respuesta es a través de pautas de manejo tendientes a uniformar la floración y la maduración del grano.

Para determinar el efecto de la fecha de siembra sobre el comportamiento agronómico del ricino, se realizó un ensayo en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC). El cultivar Guaraní fue implantado en dos fechas, 11 de octubre y 17 de noviembre de 2011, en un suelo Haplustol éntico sujeto a siembra directa por más de seis años. La densidad de siembra utilizada fue de cinco semillas viables por metro cuadrado, con una distancia entre surcos de 0,5 metro. El diseño experimental usado fue en bloques completos aleatorios con tres repeticiones.

La cosecha se realizó en dos momentos en función de la madurez de los frutos. Las variables medidas o estimadas fueron: número de inflorescencias por planta, rendimiento en grano y en cápsulas (kg/ha), el índice de cosecha entre ambas variables y el peso de 100 granos.

Las mediciones del agua edáfica se efectuaron en dos oportunidades, a la siembra y a la cosecha del ensayo. Éstas se realizaron por gravimetría de los 0 a 200 centímetros de profundidad. Se registraron las precipitaciones efectivas durante el período que el cultivo estuvo implantado. En base a la producción en grano y el agua evapotranspirada para producirlo, se estimó la eficiencia en el uso del agua (EUA) expresada en kilos de grano por milímetro y por hectárea. La información fue sujeta al correspondiente análisis estadístico.

Resultados

No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre fechas de siembra para ninguna de las variables estudiadas.

Al margen de la ausencia de significancia estadística, el número de inflorescencias por planta disminuyó desde la siembra de octubre a la de noviembre en un 33 por ciento. De los casi 2.500 kilos de grano obtenidos por hectárea, en la siembra de octubre la segunda cosecha aportó el 36 por ciento, mientras que en la siembra de noviembre el valor fue del 24 por ciento.

A pesar de estas mermas, los rendimientos en grano finales no se vieron afectados, probablemente debido al mayor peso del grano del material sembrado en noviembre (11 por ciento). Con un ajuste fino de la fecha de siembra, se pueden obtener rendimientos en grano de ricino cercanos a las dos toneladas por hectárea en sólo una cosecha.

El autor es estudiante de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC; agradece la tutoría del ingeniero agrónomo Ricardo Maich.LA VOZ.

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