bioetanol

BIOETANOL EN TUCUMAN

Tucumán se alista para hacer frente a los nuevos desafíos.

En Tucumán, el industrial azucarero Jorge Rocchia Ferro es símbolo de biocombustibles, que produce desde mucho antes de que se pusiera en marcha en 2010 el Programa Nacional de Biocombustibles. Su planta instalada en el ingenio La Florida es la mayor productora de bioetanol de la Argentina, con proyectos en marcha para expandir más los volúmenes de alcohol para mezclar con las naftas.

Rocchia Ferro coincide con quienes sostienen que la crisis nuclear derivada del terremoto-tsunami de Japón representará una oportunidad para el avance de las energías alternativas, como los biocombustibles. «Considero que el tema de la emergencia nuclear hará que todos los proyectos de energía nuclear paren y se revean medidas de seguridad. El nuevo escenario dará un margen a los biocombustibles para que se repotencie la producción de biodiesel y bioetanol, de manera que en Tucumán estamos en el camino correcto, y como alternativa energética renovable estamos muy bien parados», evaluó el industrial azucarero, en diálogo con LA GACETA.

Hizo hincapié en que el mundo entero dará apoyo a las energías renovables, y resaltó que la prensa de todo el mundo refleja la reacción generalizada contra las plantas nucleares. «Están diciendo que las plantas instaladas en la Argentina no tienen plan de evacuación, por ejemplo», observó. Reconoció, no obstante, que los biocombustibles no podrán reemplazar por sí solos la producción de hidrocarburos. «Nunca lo van a equiparar, en cualquiera de sus formas, será un complemento, en un porcentaje importante en el caso de Brasil el consumo del alcohol es un porcentaje del total altísimo, pero no sustituye a los hidrocarburos», apuntó.

Rocchia Ferro indicó que en la Argentina hay un nuevo impulso a los biocombustibles, que quedó evidenciado en noviembre del año pasado, cuando el ministro de Planificación, Julio de Vido, declaró que el Gobierno apunta a que en la Argentina se cultive un millón de toneladas de caña de azúcar para que los biocombustibles se transformen en actor principal de la renovación energética de la Argentina. «Nosotros estamos con un proyecto para que en los meses que no destilemos alcohol de caña hagamos alcohol de maíz», destacó el empresario.

La Argentina consume unos 6.000 millones de litros de naftas al año, y se estima que el corte de etanol en los combustibles se ubicará este año en un 4,67%, hasta totalizar más de 200 millones de litros de etanol. El incremento será importante, tomando en cuenta que en 2010 el aporte de alcohol para los biocombustibles fue de 145 millones de litros, según Rocchia Ferro.

Por su parte, el presidente de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), Sergio Fara, instó a los azucareros a ser muy cuidadosos con el programa de biocombustibles. «El programa alcohol se debe cumplir a rajatabla porque el mundo necesita los combustibles líquidos. Hoy estamos en el pico de alza del precio del azúcar en el mercado mundial, y siempre aquí hay algún pícaro que se quiere salvar, y no vaya a ser que no se derive suficiente caña para alcohol porque el azúcar de exportación vale unos centavos más que el etanol», sentenció.LA GACETA.

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