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OBAMA CONSIDERA URGENTE DESARROLLAR LAS ENERGIAS RENOVABLES

OBAMA-ENERGIAS-RENOVABLES.gifAsegura que es el momento ‘de acelerar la competición con países como China’.

‘El futuro depende de las energías renovables y es hora de que lo entendamos’.

‘La catástrofe debe al menos servir para despertarnos’, advirtió.

Amplía a seis meses la moratoria para perforar en aguas profundas.

Ricard González/Washington/Jueves 27/05/2010.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró este jueves que la marea negra en el Golfo de México destaca la «necesidad urgente» de desarrollar las fuentes de energía renovables.

En el transcurso de una rueda de prensa dedicada al vertido de crudo, Obama consideró que es el momento «de acelerar la competición con países como China que ya han comprendido que el futuro depende de las energías renovables». «Es hora de entender este futuro nosotros también», advirtió.

Obama llamó a los demócratas y a los republicanos a trabajar conjuntamente con su administración «para responder a este reto de una vez por todas». «La catástrofe debe al menos servir para despertarnos. Es hora de adoptar esta ley», añadió.

Obama señaló que el derrame de petróleo en el Golfo de México es «espantoso» e insistió en que BP es responsable y opera «bajo la dirección» del Gobierno. «Cada día que sigue el vertido de petróleo me siento más enfadado y frustrado».

Con la finalidad de minimizar riesgos de futuras catástrofes, Obama calificó de «necesidad urgente» la potenciación de las nuevas fuentes de energía renovables. El presidente reiteró la importancia económica de convertirse en la primera potencia mundial en este tipo de energías, pues de ello dependen «miles de trabajos» que podrían ir a parar a otros países como China.

Sin embargo, Obama se mostró partidario de continuar explotando los recursos petrolíferos del país. «La transición a las renovables no se puede hacer enseguida. Mientras tanto, vamos a continuar necesitando consumir petróleo… éste es un recurso que debe figurar en nuestra estrategia energética».

Después de haber recibido numerosas y duras críticas por su gestión del vertido de petróleo en el Golfo de México, algunas incluso por parte de sus correligionarios, Obama decidió coger el toro por los cuernos, y someterse a una rueda de prensa sobre el asunto para poder defender su actuación públicamente.

Antes de iniciarse la sesión de preguntas, Obama anunció varias medidas para garantizar que no se repita una «tragedia» ecológica de la misma magnitud mientras se estudia en profundidad las carencias de los sistemas de explotación actuales, que han de llevar a una regulación más robusta y efectiva. Entre ellas, una extensión de seis meses de la moratoria a la concesión de nuevos permisos de explotación de pozos petrolíferos en alta mar.

En concreto, el presidente mencionó la paralización de la exploración en la costa de Alaska, y la suspensión de la concesión de nuevos permisos en el Golfo de México prevista para el próximo mes de agosto, así como también de nuevos permisos en la costa de Virginia.

Obama se mostró partidario de aplicar nuevas reglas más estrictas que regulen las explotaciones de las petroleras en alta mar. Por ejemplo, el presidente instó al Congreso a modificar la norma que establece en 30 días el plazo máximo que tiene el gobierno para responder a la presentación de planes de explotación por parte de las compañías.

Asimismo, expresó su indignación por las «relaciones íntimas» que han existido entre los reguladores y las empresas petroleras, lo que ha dado lugar a varios escándalos de corrupción. Por esta razón, recordó, la administración dividirá el Servicio de Gestión de Minerales en dos agencias, una encargada de realizar las concesiones, y la otra de inspeccionar el cumplimiento de las normas.

Más allá de estos anuncios, Obama intentó convencer a la opinión pública que poner fin al vertido, limitar sus efectos, y ayudar a los damnificados es la gran prioridad de su administración en estos momentos. «Desde la revisión de la política en Afganistán, este es el asunto que me ha ocupado más horas, y más reuniones», dijo Obama. «Todo el mundo comprende la gravedad de la situación. Incluso Malia, [su hija pequeña] cuando me viene a mi habitación por la mañana me pregunta si ya hemos tapado el agujero».

El presidente aseguró que el gobierno siempre ha estado dirigiendo las operaciones en el Golfo de México, y que todas las acciones realizadas por BP han sido previamente autorizadas por su administración. Sin embargo, explicó que ha debido confiar en los expertos y la maquinaria de BP porque el gobierno no dispone de la tecnología suficiente para solucionar la crisis. En todo caso, garantizó que hará que «BP se responsabilice completamente de las consecuencias» de la catástrofe, y que «pagará hasta el último centavo» en compensaciones a los damnificados.

En concreto, el inquilino de la Casa Blanca cuantificó en 20.000 el número de personas que están trabajando en el Golfo para solucionar el problema, en un esfuerzo que calificó del mayor de la historia del país. Haciéndose eco de las palabras del gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, llamó a los estadounidense a no cancelar sus vacaciones en la zona, pues sólo «hay tres playas sucias, las demás están limpias, y son seguras».

Ante las repetidas preguntas de los periodistas, que ponían de manifiesto la indignación popular por la incapacidad de frenar el vertido, Obama mostró su comprensión. «Entiendo a los pescadores de la zona… Yo también estoy enfadado, y frustrado. Haremos todo lo que sea necesario para solucionar el problema. En última instancia, la responsabilidad es mía».

 FUENTE: EL MUNDO/ESPAÑA/SPAIN

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