La ex ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, durante su visita a una de las primeras plantas de microalgas, abierta en Almería. :: L. V.

La compañía recibe el permiso de obra para construir su planta en Jerez y extraer aceites y proteínas destinados a piensos y a la industria farmacéutica Celulosa Investment, del grupo Aurantia, saca adelante su proyecto para cultivar microalgas en la provincia.

LOS DATOS

48 millones de euros es la inversión de Aurantia para la puesta en marcha de su planta de microalgas en El Portal (Jerez).

50 empleos directos es lo que prevé la compañía que creará la apertura de la planta.

35.000 toneladas de aceites es lo que producirá la planta cuando esté a pleno rendimiento.

La empresa abandonó en 2008 la idea para fabricar carburante ecológico en Puerto Real Para sobrevivir, han cambiado de estrategia y orientado su producción hacia otros sectoresLa nueva planta abrirá sus puertas en mayo de 2011 y la previsión es de 35.000 toneladas al año Utilizará el dióxido de carbono que emite la cementera de Holcim como ‘abono’.

Puede parecer el guión de una película de ciencia ficción pero los avances en biotecnología permiten extraer de un puñado de microalgas terrestres una esencia que sirve de complemento a los productos de cosmética, como ingrediente a los fármacos o de aditivo especial a la comida que se utiliza en las piscifactorías. Se trata de microorganismos que están en el suelo y cuyo tratamiento ha revolucionado en los últimos años tanto al sector industrial como al energético. No hay que olvidar que de las microalgas también se extrae el llamado carburante ecológico o biodiésel.

Este nuevo escenario ha llevado al grupo Aurantia a mantener finalmente en la provincia una inversión que ha pasado por varios altibajos. Aurantia llegó a Cádiz en 2007 de la mano de la Junta para paliar la desaparición de Delphi. De esta forma, el plan de reindustrialización daba sus primeros pasos para recolocar al millar de ex trabajadores de la extinta fábrica de automoción. Así, Aurantia presentó tres grandes iniciativas para la Bahía. La primera, la apertura en Puerto Real de una planta para la fabricación de paneles solares (Gadir Solar), la segunda, la puesta en marcha, también en Puerto Real, de una factoría para la elaboración de biodiésel a partir de microalgas (Gadir Biodiésel) y la tercera, la construcción de una planta en Jerez para el cultivo exclusivo de microalgas (Celulosa Investment). Esta última produciría la materia prima que necesitaba Gadir Biodiésel.

Una incógnita resuelta

Sin embargo, los tiempos cambian. A mediados de 2008, el presidente del grupo Aurantia, Rafael Naranjo, anunció la inviabilidad de la planta de biodiésel ante el deterioro que había sufrido el mercado. No era rentable producir esta energía ecológica debido a que uno de sus componentes, el aceite, disparaba sus costes. Naranjo aclaró entonces que la competencia desleal de Estados Unidos en este campo junto con la inseguridad jurídica de la Unión Europea para regular la utilización de este carburante habían dado al traste con inversiones de este tipo.
Aurantia abrió en septiembre del año pasado su planta en el polígono de El Trocadero de placas fotovoltaicas, pero no despejaba la incógnita del futuro que le deparaba a la de cultivo de microalgas, que desarrollaba su división de Celulosa Investment. Este periódico ha podido confirmar que la inversión ha salido adelante pero con una estrategia empresarial distinta a la inicial. La empresa obtuvo la pasada semana los permisos de obra para comenzar los trabajos de la planta en la finca La Tapa, en la pedanía jerezana de El Portal. Su ubicación está junto a la cementera de Holcim.

La Administración regional apostó desde el primer momento por esta línea de producción. Aurantia recibió en 2007 una subvención de 7,5 millones de euros para su proyecto de microalgas. La inversión total asciende a 48 millones de euros y prevé la creación de medio centenar de puestos directos y algo más de 200 indirectos. La compañía tiene previsto abrir en mayo de 2011 su planta de cultivo en El Portal.

La presencia de esta industria en la provincia supone un salto cualitativo en la investigación y desarrollo. La imposibilidad de elaborar biodiésel ha llevado a Aurantia a replantear el futuro de la inversión y optar por otros campos más competitivos. Así. las microalgas no son más que organismos unicelulares , semejantes a los vegetales, que tienden a concentrarse en la superficie del suelo o justo debajo de ella. Aparecen en arenas desnudas, incendios o erupciones volcánicas y en sitios desprovistos de vida. La instalación de la planta junto a la cementera es clave, ya que se trata de un suelo baldío y, además, el cultivo se alimentará del Co2 o dióxido de carbono que genera la fabrica de cemento. Las microalgas crecen más rápidamente en altas concentraciones de dióxido de carbono.

Celulosa Investment destaca que la planta será pionera y producirá, una vez abierta, unas 35.000 toneladas de algas al año, de las que se podrán extraer hasta 7.000 toneladas para usos energéticos, además de unas 28.000 de piensos animales para piscifactorías. La dirección de la empresa reconoce que la apertura de la planta en el término de Jerez evitará la emisión a la atmósfera de 350.000 toneladas de de Co2 que emite la cementera. El dióxido de carbono se inyectará a la planta de cultivo como abono de las microalgas.

El desarrollo de las microalgas no es nuevo. La Universidad de Almería, por ejemplo, ha investigado en el cultivo y aprovechamiento integral de microalgas. Actualmente desarrolla proyectos para su uso en campos tan amplios como la alimentación humana y animal, el uso de fertilizantes, farmacología, cosmética, entre otros. No obstante, su último producto consiste en un fertilizante fabricado a partir de la microalga Spirulina.

El proyecto que defiende Celulosa Investment incluye la obtención de agua para el riego del cultivo de microalgas de una depuradora.

JAVIER RODRIGUEZ

FUENTE: LA VOZ DIGITAL/ESPAÑA