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«La situación energética sigue siendo compleja»

Lapena-ypfEntrevista a Jorge Lapeña.

El experto advirtió sobre las fallas del sistema. Afirmó que Argentina podría convertirse en un importador de petróleo. 

“El país está atravesando una situación bastante comprometida en los aspectos relativos a la energía en general, tanto en la producción de combustibles (petróleo y gas) como en la generación de energía eléctrica, que sería la otra gran rama en que se divide el sector energético”. Esta fue la evaluación inicial que realizó el ex secretario de Energía de la Nación y ex titular de YPF, Jorge Lapeña, respecto de la actualidad del sistema energético argentino.

Lapeña disertó ayer en la “Quinta reunión de producción vegetal y tercera de producción animal del NOA”, organizada por la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT. En diálogo con LA GACETA, el experto en cuestiones energéticas advirtió sobre los inconvenientes que presenta el actual modelo energético.

“Si observamos el petróleo y el gas, la Argentina viene en los últimos años con caída de la producción petrolera y con incremento de demanda de los derivados líquidos refinados (naftas y gasoil). Si hay una menor producción de petróleo, lógicamente tenemos una reducción de los saldos exportables y, de continuar esta situación, la Argentina se va a convertir en poco tiempo -en dos o tres años- en un importador de petróleo, cosa que no estaba prevista”, advirtió.

“En materia de gas natural, la situación es más complicada todavía, porque es la columna vertebral del sistema energético argentino. Prácticamente la mitad de toda la energía se fabrica con gas natural y es el combustible de la industria por excelencia. Además, muchos automóviles utilizan el GNC como combustible y más de la mitad de la población es usuaria de gas natural. Así las cosas, al no haberse hecho descubrimientos de yacimientos importantes en los últimos 15 años y al haberse incrementado en forma irracional la producción, nos pone en una situación muy débil”, detalló.

La dependencia de Bolivia

El ex presidente de YPF alertó que el país tuvo que recurrir a la importación de gas de Bolivia, primero en cantidades pequeñas y luego en cantidades más importantes, para tratar de cerrar la brecha entre las necesidades y las disponibilidades. “Se le cortó el suministro de gas a Chile, hay cortes a las industrias y restricciones a las termoeléctricas. Todo esto configura una situación bastante delicada”, dijo.
Mencionó que en materia eléctrica la demanda crece al 6% anual y no lo hace en igual proporción la inversión en nuevas centrales. “Por todo esto, digo que la situación energética de la Argentina es compleja”, concluyó.

Escasos incentivos para producir biocombustibles

Según el experto en cuestiones energéticas Jorge Lapeña, el mundo desarrollado necesita cambiar los modos de consumir energía. “Uno de los grandes problemas que tiene el planeta es el cambio climático y esto se produce por los gases de efecto invernadero. Para que esto esté bajo control es necesario que los países desarrollados, que son los responsables del cambio climático, reduzcan el consumo de combustibles fósiles e incrementen la utilización de, por ejemplo, biocombustibles”, resaltó.

Explicó que, en ese contexto, EEUU y la Unión Europea son compradores seguros de biocombustibles y que, del lado de la producción, Brasil picó en punta para satisfacer esa demanda. “Argentina podría aprovechar esa oportunidad exportadora si lograra ciertos estándares de eficiencia como para lograr esas ventas, tanto del biodiesel, producido a través de oleaginosas, como del etanol”, explicó.

Al respecto, el ex secretario de Energía de la Nación detalló que el desarrollo de los biocombustibles depende de una decisión estratégica que deberá tomar el Gobierno. “Por otro lado -continuó- existe un mercado interno relativamente pequeño, del orden del 5% del total de naftas y de gasoil, que podría ser sustituido por combustible de procedencia nacional.

Para que esto llegue a buen puerto, es necesario que el Gobierno tenga una política definida y un régimen de incentivos y de seguros contra los riesgos que asume un inversor privado si se decidiera a producir estos biocombustibles para el mercado interno.

Es decir, con los precios a los cuales se vende el gasoil en los surtidores argentinos, difícilmente los biocombustibles serían competitivos, por lo que se necesitaría un apoyo estatal concreto”.

Lapeña dijo que, hasta el momento, no observa que estén dadas las condiciones como para que la producción de biocombustibles haya despegado y haya tomado impulso en el país.

Fuente: Diario La Gaceta

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