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Biocombustibles:con la nueva ley se podrán generar 70.000 empleos

biojobsEn los próximos tres años el sector se sumará a los grandes creadores de puestos de trabajo. La construcción de plantas industriales, el impacto sobre el agro y la demanda de personal especializado ya movilizan el mercado laboral. Además, la nueva legislación brinda fuertes incentivos fiscales.

La producción de biocombustibles en la Argentina se encuentra a punto de pasar de una fase experimental a una etapa de producción industrial con un objetivo concreto: lograr que para 2010 los principales combustibles que se utilizan en el país -nafta y gasoil- se mezclen, al menos en un 5%, con bioetanol o biodiésel.

Esta meta fue fijada por la ley 26.093, cuya reglamentación firmó el presidente Néstor Kirchner en febrero pasado, e implica multiplicar en los próximos tres años los puestos de trabajo generados por este sector, que se convertiría así en un empleador «de peso» para el mercado local.

Muchos productores ya se encuentran listos para el despegue y antes de mitad de año habrá plantas funcionando, en especial dedicadas a la producción de biodiésel para exportación. De acuerdo con las estimaciones oficiales, si el régimen de promoción de biocombustibles previsto por la nueva ley se mantiene vigente, permitirá la creación de 70 mil puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos.

Para Claudio Molina, titular de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), «a lo largo de la vigencia del régimen de promoción de biocombustibles establecido por la ley 26.093, se generarán 70.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos, de los cuales, 45.000 puestos serán imputables al biodiésel».

En diálogo con infobaeprofesional.com, el especialista consideró que «este nivel de ocupación se generará fundamentalmente por la instalación de un gran complejo exportador de biocombustibles en Argentina e imputando al mismo, la nómina proporcional a la producción de toda la cadena, en el caso que efectuen tareas para varios fines productivos».

Por su parte, Martín Fraguío, director ejecutivo de la Asociación de Maíz Argentino (Maizar), coincidió con los pronósticos de creación de trabajo y aseguró que “la generación de empleo es gigantesca porque se está desarrollando la infraestructura”.

Fraguío consideró que el desarrollo de biocombustibles significa “una oportunidad para los recursos humanos menos capacitados y más alejados de los centros de empleo y capacitación”.

“Pueden empezar sumando su producción agrícola y organizándose en cooperativas como ocurre en Estados Unidos, donde los pequeños productores también tienen parte de las plantas donde entregan la materia prima”, explicó.

Fraguío explicó además que ya “hay gente contratada en empresas de ingeniería que están empezando a construir las plantas, muchos vienen del sector petrolero y otros del sector azucarero”. “La carrera de ingeniero azucarero existe en Tucumán desde hace muchos años y algunos profesionales ya trabajaron en Brasil, Venezuela o EEUU y hoy están de vuelta”, remarcó.

Expansión

Para llegar a producir las 600 mil toneladas de biodiésel -para mezclar con gasoil- y las 160 mil toneladas de etanol -para mezclar con nafta- que exige la ley, tanto las empresas grandes -como Repsol YPF-, como las Pyme, anunciaron inversiones millonarias que se destinarán a la construcción de refinerías y plantas productoras de biocombustibles.

Fraguío destacó la inversión en plantas industriales y aseguró que “la última destilería de alcohol de la Argentina se había construido en la década del ’70, pero hoy todas las destilerías están ampliándose después de treinta años en los que nadie invertía nada en el sector”. “La gente que se dedicaba a eso hoy vuelve servir”, remarcó.

Los especialistas calculan que para 2008 la Argentina va a empezar a tener un volumen relevante a nivel internacional de biodiésel y etanol que se destinarán a la exportación. A la vez, los expertos aseguran que el auge del sector repercutirá en otras áreas, en las cuales se generarán los puestos de trabajo considerados “indirectos”.

Entre los sectores que tomarán más personal a raíz de la demanda de biocombustibles figura, en primer lugar, el agro y las industrias vinculadas a él como la de maquinaria agrícola, necesarios para incrementar las cosechas de soja, maíz, girasol y colza entre otros.

Pero al mismo tiempo, las plantas de producción sumarán todo tipo de perfiles, desde operarios y personal de mantenimiento y logística hasta profesionales, entre los que se destacan los ingenieros químicos, agrónomos, industriales, civiles y electromecánicos. También se requerirán profesionales con especialización en medio ambiente, licenciados en Economía, contadores y licenciados en Administración.

Además, la industria ya destina fuertes inversiones para investigación en biotecnología, donde la clave pasa por el desarrollo de levaduras para acelerar los procesos de fermentación.

Molina estimó que «alrededor del 75 % del empleo será generado por la producción agropecuaria vinculada al complejo de biocombustibles», pero consideró que «será importante también la participación de la construcción y de los servicios».

Regiones

En cuanto a las zonas geográficas más favorecidas, las primeras inversiones en materia de biocombustible aparecen sobre la base de las aceiteras de Santa Fe y las azucareras de Tucumán, en las que las mismas industrias pueden aprovechar los “tiempos muertos” que deja la zafra.

En esta línea, se suman también los ingenios de Salta y Jujuy y, en menor medida, el norte de Santa Fe, Chaco y Misiones. La Patagonia tampoco quedaría al margen del negocio.

De hecho, uno delos proyectos más firmes para producir biodiesel es el de Oil Fox, que producirá el combustible a partir de algas marinas en la provincia de Chubut.

La planta procesadora se instalará en San Nicolás, provincia de Buenos Aires y proyecta incorporar unas 600 personas.

En el mismo sentido la compañía SoyEnergy, estima comenzar a producir biodiesel el mes que viene en su planta de Pilar.

Según el director de la firma, José Luis Martínez Justo, “sólo falta terminar de inscribir la empresa en la Secretaría de Industria y ya hay negocios cerrados para exportar”.

La empresa busca llegar a las 5.000 toneladas por mes y daría empleo a más de 80 personas entre profesionales y operarios. “La contratación abarca todos los perfiles, desde personal de logística hasta operarios de planta para tres turnos e ingenieros químicos”, explicó Martínez Justo.

Además, el directivo consideró que la expansión de empleo puede ser aún mayor en los proyectos dedicados al bioetanol, dado que éstos “son más complejos y requieren más infraestructura que el biodiesel”.

Beneficios

Los incentivos previstos por la normativa para las industrias que se dediquen a la producción de este tipo de combustibles incluyen la exención del impuesto a los combustibles líquidos y gaseosos, subsidios para la puesta en funcionamiento de plantas productoras y devolución del IVA, entre otros.

En la medida en que esos beneficios se sostengan, la industria de los biocombustibles podría pasar a ocupar el cuarto lugar entre los mayores empleadores del sector productivo, detrás de la industria manufacturera -1,1 millones de empleos-, la construcción -389 mil empleos- y la agricultura y ganadería -315 mil empleos-.

Al mismo tiempo, el rubro apunta a convertirse en uno de los de mayor tasa de crecimiento anual en materia de ocupación.

A modo de comparación se puede tener en cuenta que la construcción -el área productiva que más gente tomó en 2006- incorporó cerca de 43 mil trabajadores durante el año pasado.

 Luis Lozano llozano@infobae.com

Fuente: Infobae Profesional

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