Agronegocios

El gigante del gran Rosario, a orillas del Paraná

Louis-Dreyfus-rosarioCampolitoral recorrió la terminal portuaria que el Grupo Louis Dreyfus tiene en General Lagos, una de las más grandes del país, para contar cuales son las tecnologías que se utilizan en la molienda de soja y las características más importantes de este complejo.

La pronunciada baja de la última campaña de soja afectará en forma significativa a todo el complejo de crushing del Gran Rosario. Si se tiene en cuenta que se perdió en esta campaña un tercio de la anterior y el 99% de la producción argentina se dedica a exportar, a lo que hay que sumarle -mediante una resolución del Gobierno Nacional- que no se podrá moler la producción de Bolivia y Paraguay.

En relación a este tema, Eduardo Cabreriso, vocero de la empresa, aseguró que esta problemática no solo nos va afectar a Dreyfus sino también al resto de las exportadoras. “Hemos perdido 15 millones de toneladas, todo esto afecta a la exportación, y a eso hay que agregale que no podemos moler la soja que proviene de Bolivia y Paraguay, de esas 15 millones de tn. un 18% son de aceite y el resto es harina”.

Dentro del complejo la actividad a mermado en la misma línea en que bajó la producción, Cabreriso explicó que en esta actividad los vaivenes internos afectan poco, “cuando hay producción lo que marca el paso es la demanda internacional y no la crisis domestica. Si el productor se decide a vender todo, hasta fin de año estaríamos trabajando en forma normal, pero hoy el que marca el ritmo es el productor”.

Otro de los factores marca que a partir de la resolución Nº 125, los productores han cambiado su forma de comercializar los granos y eso ha complicado a todas las cerealeras, pero ante esta nueva realidad no se pueden tomar ningún tipo de previsiones. “En años anteriores teníamos molienda asegurada en stoks para tres meses y este año solo contamos para 45 días, es probable que si se vende todo junto se forme un cuello de botella, pero el productor mide esos tiempos y los regula muy bien”.

La nueva realidad hizo incursionar al Grupo Dreyfus en el interior del país, donde antes solo contaba con un acopio testigo en Pergamino, que servía para estar en contacto y tomarle el pulso al productor. “Hoy contamos con planta de acopio en Sarah, América, en el puerto de Concepción del Uruguay, Barranqueras y tenemos oficinas comerciales en distintos puntos del país. Estas oficinas exploran la zona la desarrollan y determinan la conveniencia o no de tener montar una planta”, agregó Scannone.

Un poco de historia

El Grupo Louis Dreyfus se radicó en el país en el año 1925, dedicándose en un principio a la comercialización y procesamiento de commodities agrícolas a través de su subsidiaria LDC Argentina SA. Hoy en día es uno de los procesadores y exportadores de soja más importantes de la Argentina. La planta que la empresa posee en General Lagos al sur de la provincia, es uno de las complejos de molienda de oleaginosas más grandes del mundo y mejor equipadas tecnológicamente, donde durante el año pasado, comenzó a operar la primera planta de producción de Biodiesel.

En diálogo con Campolitoral el Ingeniero Nicolás Scannone, manifestó que la planta de Gral. Lagos esta emplazada desde 1992. En un principio comenzó moliendo 1.800 toneladas por día y en la actualidad supera las 12 mil toneladas, hoy entre las dos plantas -Timbúes y Lagos- hay una molienda diaria de 20 mil toneladas de soja.

“Desde el año 1992 la empresa viene haciendo mejoras en la estructura del complejo, además en 2008 se construyó una planta de biodisel que se alimenta con parte del aceite producido en la planta de crushing”.

Scannone aseguró que dentro del complejo se trabaja también con trigo y maíz, “también trabajamos con sorgo, a veces hacemos elevación de mercaderías a terceros que nos lleva a estar en años normales con una producción de 5,5 millones de toneladas por año”.

Además de sus plantas en Gral. Lagos y Timbués, Dreyfus opera contratando elevaciones en los puertos de Santa Fe, Villa Constitución, San Pedro, Drasena en Buenos Aires, Necochea y Bahía Blanca estos dos últimos de completamiento. Por una cuestión de calado los buques salen con un 60% y se completa con mercadería principalmente en el puerto de Bahía Blanca.

A partir del 15 de Julio del 2008 comenzó a operar en el mismo complejo la planta de producción de biodiesel. La misma cuenta con tecnología de última generación, con una capacidad de producción de 900 toneladas por día. La planta cuenta con una capacidad de almacenaje de 25 mil toneladas para biodiesel, 7 mil toneladas de glicerina, subproducto del proceso. El puerto tiene un ritmo de carga de 500 toneladas por hora.

El objetivo de la empresa fue darle valor agregado al producto, reemplazando al aceite por uno de mayor valor agregado. “En el año 2003 tras una inversión muy importante se construyó el muelle aceitero, lo que permitió sacarle carga de trabajo al muelle original. Básicamente se hizo esto por la velocidad en la carga, un buque de aceite carga entre tres a cuatro veces más lento que un cerealero. Esto permite cargar cuatro veces más rápido que si tuviésemos los buques en el mismo lugar”, expresó Scannone.

Por su parte, Eduardo Cabreriso manifestó que al momento de tomar la decisión de construir la planta de biodisel, se hizo pensando en un sentido de futuro, “hoy estamos destinando de nuestro total producido de aceite el 50% a la planta de biodisel, si tuviéremos que aumentar la producción con una mínima inversión podríamos utilizar el 100% de la producción de aceite”.

Planta Timbúes

La segunda planta de molienda del Dreyfus, opera desde agosto del 2006 en Timbúes, este complejo comprende un puerto ubicado sobre la confluencia del río Coronda con el Paraná, y una planta de molienda de soja. Los motivos por los cuales se decidió la construcción de esta planta, fue captar los granos provenientes del norte del país y contrarrestar la inversión de los competidores Bunge en Ramallo y Cargil en Villa Gobernador Galvez.

Al respecto Scannone expresó que Timbúes fue concebida como un polo barcacero, con una capacidad de descargas acorde a esas necesidades, teniendo pensado en el futuro agregarle el ingreso del ferrocarril al igual que la planta de Gral. Lagos, pero depende de la concreción del Plan Circunvalar, que permitiría el acceso de trocha mixta desde puerto San Martín a Timbúes.

Eduardo Cabreriso manifestó que la empresa podía no instalar la planta de Timbués, teniendo como alternativa agregar otra línea de embarque en Gral. Lagos, que permitía un recupero más rápido de la inversión y puesta en funcionamiento, pero esto iba a llevarnos a un cuello de botella al tener un solo muelle. “Pensando en un futuro íbamos a limitar nuestro crecimiento al encerrarnos en un solo arco de producción donde sabíamos ya cuando nos instalamos en los años 90’ que la zona norte era de muy fuerte demanda, pero que la parte sur estaba desprotegida”.

El puerto tiene un ritmo de carga de 1.800 toneladas por hora, con un muelle para el embarque de secos y aceite.

La planta consta de una línea de molienda de soja con capacidad de 8 mil toneladas por día, con almacenaje de semillas y harinas de 380 mil toneladas, y de 45 mil de aceite. El complejo Timbúes dispone de plataformas de descarga de camiones, donde en un futuro constará con capacidad de descarga de vagones de ferrocarril. Mediante la instalación de una segunda línea de molienda la capacidad podrá ser ampliada hasta un total de 16 mil toneladas por día.

Por último, en relación a la planta emplazada en Timbúes cuenta con un segundo muelle para uso exclusivo de buques aceiteros, así como la infraestructura necesaria para la descarga de barcazas. Hoy el complejo cuenta con un muelle mixto tanto para granos como aceites y otro exclusivo de barcazas, que le da una potencialidad en negocios de re-exportación de granos de los países de la hidrovía y de alimentación de la planta de crushing.

Proyectos

Pensando en el futuro, Dreyfus tiene previsto la instalación de un complejo de elevación y almacenaje de granos, con una planta de molienda de soja y girasol, además de una de biodiesel en la zona de Bahía Blanca y demandaría una ejecución total de la obra en 5 años. Este trascendental complejo ha sido pensado en tres etapas, la primera de ellas incluirá descarga, instalaciones de almacenamiento y un muelle con una capacidad de carga de 1.200 toneladas por hora, donde la capacidad de almacenaje alcanzaría las 96 mil toneladas de soja.

Para la segunda etapa se contempla la ampliación de los silos con el objetivo de alcanzar una capacidad de almacenamiento de 400 mil toneladas y En la última, está prevista la construcción de una planta de procesamiento de soja y girasol y una fábrica de biodiesel que produciría 250 mil toneladas anuales.

Scannone agregó que “este proyecto inicialmente sería un muelle de amarre, con facilidades para embarque y capacidad de almacenaje, pero se está desarrollando el proyecto para una planta de crushing para tener un complejo similar al de Gral. Lagos y Timbúes”.

Por su arte, Cabreriso expresó que todo tipo de inversión necesita de tiempo y espacio, “tal vez hoy no se ven plasmados en obras, nosotros trabajamos en proyectos de ingeniería, desarrollo, en pliegos de contratación y adjudicaciones, no se han modificado las decisiones, pero si podrían tardar más tiempo”.

“Desde 1992 la empresa viene haciendo mejoras en la estructura del complejo. En 2008 se construyó una planta de biodisel”.

Una de las más grandes

La planta de General Lagos, comenzó a operar en el año 1992. Con una capacidad de molienda de 12.000 toneladas de soja por día y una capacidad de almacenaje propio de 1.100.000 toneladas de granos, es una de las plantas más grandes del mundo y una de las más eficientes en molienda de semillas oleaginosas para la producción de aceites crudos, pellets y harinas destinados a la exportación.

LDC Argentina SA, empresa subsidiaria del Grupo en Argentina, es quien opera estas instalaciones, convirtiéndose en una de las principales procesadoras de soja y exportadoras del sector agrícola del país. En ese mismo año, LDC Argentina SA inauguró la terminal portuaria de General Lagos sobre el río Paraná, de un calado adecuado para la operación de grandes buques de ultramar. Su capacidad de embarque es de 2.800 toneladas por hora base de cereales y de 1.000 toneladas por hora de aceites, pudiendo recibir hasta 35.000 toneladas de granos por día en camiones, barcazas y ferrocarril.

Certificaciones de Calidad

En el año 2001, la planta de Gral. Lagos certificó sus procesos de producción y embarques de harina, pellet, subproductos y aceite crudo desgomado de soja, bajo la norma ISO 9002.

Ese mismo año, le fue otorgado el certificado de calidad Quality Control of Feed Ingredients (GMP Animal Feed) que legitima la calidad de los productos producidos en la planta, para ser utilizados en alimentos destinados al consumo animal. En el 2003 fue actualizada, certificando la norma GMP13. Además, esta norma certifica la recepción y el almacenaje de porotos de soja y la elaboración, almacenaje y despacho de harina, pellet y pellet de cáscara de soja.

“En años anteriores teníamos molienda asegurada en stoks para tres meses y este año solo contamos para 45 días”, manifestó Eduardo Cabreriso (Louis Dreyfus). 

“En el año 2003 tras una inversión muy importante se construyó el muelle aceitero, lo que permitió sacarle carga de trabajo al muelle original.”

Nicólas Scannone, Jefe de Logística.

“Hemos perdido 15 millones de tn. todo esto afecta a la exportación, a eso hay que agregale que no podemos moler la soja que proviene de Bolivia y Paraguay”

Eduardo Cabreriso

Louis Dreyfus Commodities

Un año complicado

La industria aceitera Argentina, tendría un semestre complicado, a tal punto que sus integrantes no dudan en pronosticar una paralización de las actividades durante los últimos dos meses de 2009, debido a la escasez de materia prima para moler.

Según informa el diario La Voz del Interior, la ajustada oferta de soja que se perfila en esta campaña es motivo de preocupación para el complejo aceitero. A la caída en la producción doméstica -la más baja de los últimos cinco años-, se le sumarán los inconvenientes que tendrán las fábricas para importar la oleaginosa a partir de la decisión del Gobierno de suspender el régimen de admisión temporaria para el grano.

El régimen permitía a la industria ingresar soja bajo un régimen tributario especial, para luego exportarla como productos procesados. Significaba la excepción al pago del IVA y de Ganancias, tributos aplicables a cualquier importación para consumo.

Algunos analistas consideran que la baja en las exportaciones no será tan notoria, debido a los compromisos ya asumidos por los exportadores y a la demanda que genera China. De ser así, el volumen de soja para convertirse en aceite y harina será aún menor. “Si trabajan al 65 por ciento de su capacidad, los costos fijos unitarios son muy elevados”, advirtió Rogelio Pontón, de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Ante esta realidad, los números del sector industrial se complican y desde las empresas advierten que noviembre y diciembre serán críticos. Si bien aseguran que, por el momento, los márgenes son positivos, su magnitud se verá reducida al final del ciclo. Durante la semana pasada, el aumento del 10 por ciento en los precios FOB de la harina le permitió a la industria mejorar el margen de la exportación que venía siendo negativo. Si bien el complejo no es generador de mano de obra intensiva, las proyecciones de un parate en el nivel de actividad para los dos últimos meses del año afectarán a los fletes y los servicios.

José Zenclussen

Fuente: El Litoral

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